Una enorme y densa capa cibernética envuelve su cielo, los antiguos habitantes lograron crear el más grande engendro del universo antes de...
Los ojos de Santiago permanecieron secos, lloró mucho en su niñez, y estaba esperando este día morbosamente desde que descubrió la maldad que se aferraba dentro y fuera de él.
!!
Su cerebro dió una extraña punsada y Nikolai despegó del suelo hasta llegar al espacio...
Su corazón dejó de latir por la conmoción y las lágrims que había dado por perdidas fluyeron con naturalidad por su rostro. La tierra, en su último intento por salvar al universo de la locura se había condenado a encerrarse y morir con el demonio. Una capa azulada, una especie de aura plomiza se desprendía de la tierra y a su vez la aislaba de la galaxia. Ya hace mucho que se había dejado de depender de los astros.
Una nueva descarga en el cerebro y Nikolai se encontraba bañado en el barro, sangrando por la boca lo que él creyó eran sus propios órganos. La tierra después de todo era un ser vivo pensó, el humano la corrompió, como se podría corromper a un animal alterando su forma y volviéndolo irreconocible; el mutante se vió obligado a tragar a su propio creador y matarlo dentro se sí. Nunca nadie volvería a salir y nunca nadie volvería a ingresar, ésa era la condición que nuestra más grande aberración había impuesto hasta el fin del error encarnado.
Transcurrió 1 minuto con 3.2 segundos y Santiago se reincorporó. De pié, limpió su rostro del barro y de la sangre y miró el horizonte. Era muy extraño poder ver que en algún lugar uno podía contemplar un terreno plano espacioso, normalmente las construcciones se interponían a la vista como lanzas entrecruzadas. Era efecto del adicional este nuevo estado?, es decir, hace solo un minuto con 3.2 segundos estaba completamente desolado y ahora parcía haberlo asimilado todo; el Adicional lo había cambiado hasta ese extremo?.
Santiago meditó sobre el Adicional y recordó al Dr y a lo que él denominó "efectos secundarios". Sin embargo, el hecho de recordar con suma precisión conversaciones pasadas como la que tuvo o viajar mentalmente hacia el espacio para contemplar el horror máximo eran realmente efectos secundarios o atributos primarios de la intervención?.
Top Navigation Menu
"Pandemonio, es una ciudad en la que deambulan Las Voces y en la que se aguarda eternamente al huésped, sea digno o indigno, sea bueno o malo. En su interior apretujados caídos revolotean en una sola carne, dispuestos a saltar al primer navío disponible, como una fuga de agua caliente.
Solo tendrás un segundo para decidir: Leer el Manual de la Naturaleza Doble, y dar la vida; o ser otro para siempre" El capitánTulik; José R. García.
sábado, julio 25, 2009
Capítulo 3 : Reacción
2
COMENTARIOS
Etiquetas:
El Caminante
viernes, julio 10, 2009
Editorial? Julio 2009
0
COMENTARIOS
Etiquetas:
¿Editorial?
De nuevo en PortalPandemonio!... en realidad hace un tiempo que volví a publicar, pero he esperado a terminar la carga académica del tercer ciclo de la universidad para dirigirme hacia todos los pandemoadictos. Este blog ha nacido si mas no recuerdo a inicios del año pasado...o algo por el estilo, mi memoria nunca ha sido buena... ha sufrido remodelaciones cada cierto tiempo, amenazas de ya no volver a abrirse, etc. Este año 2009 ha sido un año más estable para este blogger, a fines del 2008 entré en una crisis de sentimentalitis aguda, pero bueno, esos tiempos ya pasaron; ahora estoy dispuesto a continuar el proyecto ( gritos de ultratumba de fondo) .. y espero que junto a mí disfruten de este blog que vuelve a joderles la vida como en su época de oro lo supo hacer. Saludos y "bienvenidos al Pandemonio!"
ElEditor....osea yo.... es decir Knockout.... mejor dicho... José Ricardo..bla bla bla
ElEditor....osea yo.... es decir Knockout.... mejor dicho... José Ricardo..bla bla bla
Revelación
7
COMENTARIOS
Etiquetas:
La Familia Muerte
Medianoche ruidosa, Esteban se retira de una fiesta inconclusa, insatisfecho y odiando el descuido que trae a colación el consumo dañino del tiempo; se despide con un gesto nazi de aquellas marionetas desparramadas en el loby y con el último aliento; para no desistir del escape, posa los ojos en su amiga (atractiva cuando el maquillaje está seco y no "danza" entre despojos),y dá el último y autoconclusivo repaso. Está harto.
Se coloca el casco y arranca con furia, su cuerpo se contorsiona entre el acero en el preludio orgiástico que anuncia un momento libre de otros momentos.
Termina el falso viaje que promete el olvido. Reflexiona y entiende que aún si abandonase el recuerdo, el problema no hallaría solución, pues siempre quedaría algo que olvidar y para sobrevivir se necesita recordar ciertas cuestiones. Si fuese posible, nos comportaríamos como idiotas.
Pero no desiste, las luces se mezclan en ráfagas, todas las formas se simplifican ante la percepción de sus ojos. Esteban aún es conciente de su pensar; imágenes ajenas se proyectan... ése es el problema; convencido, acciona el acelerador, los vehículos son esquivados por mera suerte y el miedo se activa y fluye por primera vez con tanto ímpetu, llega rápidamente al límite y estalla... se simula menos actividad cerebral, Esteban experimenta unas maravillosas descargas y ....
----------------
El roce con otro vehículo lo despierta de aquel trance, de nuevo prisionero de su conciencia. No se ha lesionado, pero ha estado muy cerca de fracturarse un hueso, y muchísimo más cerca de perder la vida, si es que se puede perder algo como eso.
Conduce con calma hasta su departamento, ha sido un día extrañísimo que, como todo acontecimiento extraño, uno nunca espera. Su motocicleta está en buen estado y el combustible no está ni a un 50 porciento... pero su aliento, el frío del temor lo han entorpecido. Ha entendido por fín lo que se necesita para alcanzar aquel nivel, pero su cuerpo está ahora tembloroso.
Sube de nuevo al vehículo sin darle vueltas al asunto, mueve las muñecas y dá rienda suelta a aquella bestia metálica. No hay que pensarlo, nunca más; acelera al tope, los carros son solo ráfagas y al instante todo es un haz de luz; los sonidos se fusionan en uno solo, todo es una masa y luego se pierde la conexión con la vaguedad misma.... Esteban siente las descargas!, se desconecta, pero ahora nada lo detiene, está en una carretera vacía.......
-----------
Su amiga es la primera en encontrar algo, que por la ropa debería ser él, hace señas al resto de familiares que se encontraban detrás de ella buscando entre unos arbustos; Esteban yacía a un lado de la pista, extrañamente ileso.
-Esteban! despierta!
Aquella masa se retorcía, convulsionaba y luego, de un momento a otro, se incorpora del suelo... su expresión era la más espantosa que algún humano hubiese logrado imaginar... totalmente ajena a esta realidad, y no hay nada más temible que algo ajeno a nuestro mundo; saltaba, aullaba, movía los brazos de forma desordenada...
La motocicleta se había destrozado y se hallaba a una distancia considerable de aquel engendro ante el cuál ni la madre, ni el padre, ni los amigos, pudieron reaccionar.
Esteban lo había logrado, había alcanzado quel nivel añorado... pero, acaso eso no era solo una curiosa e inédita forma de suicidio?
Se coloca el casco y arranca con furia, su cuerpo se contorsiona entre el acero en el preludio orgiástico que anuncia un momento libre de otros momentos.
Termina el falso viaje que promete el olvido. Reflexiona y entiende que aún si abandonase el recuerdo, el problema no hallaría solución, pues siempre quedaría algo que olvidar y para sobrevivir se necesita recordar ciertas cuestiones. Si fuese posible, nos comportaríamos como idiotas.
Pero no desiste, las luces se mezclan en ráfagas, todas las formas se simplifican ante la percepción de sus ojos. Esteban aún es conciente de su pensar; imágenes ajenas se proyectan... ése es el problema; convencido, acciona el acelerador, los vehículos son esquivados por mera suerte y el miedo se activa y fluye por primera vez con tanto ímpetu, llega rápidamente al límite y estalla... se simula menos actividad cerebral, Esteban experimenta unas maravillosas descargas y ....
----------------
El roce con otro vehículo lo despierta de aquel trance, de nuevo prisionero de su conciencia. No se ha lesionado, pero ha estado muy cerca de fracturarse un hueso, y muchísimo más cerca de perder la vida, si es que se puede perder algo como eso.
Conduce con calma hasta su departamento, ha sido un día extrañísimo que, como todo acontecimiento extraño, uno nunca espera. Su motocicleta está en buen estado y el combustible no está ni a un 50 porciento... pero su aliento, el frío del temor lo han entorpecido. Ha entendido por fín lo que se necesita para alcanzar aquel nivel, pero su cuerpo está ahora tembloroso.
Sube de nuevo al vehículo sin darle vueltas al asunto, mueve las muñecas y dá rienda suelta a aquella bestia metálica. No hay que pensarlo, nunca más; acelera al tope, los carros son solo ráfagas y al instante todo es un haz de luz; los sonidos se fusionan en uno solo, todo es una masa y luego se pierde la conexión con la vaguedad misma.... Esteban siente las descargas!, se desconecta, pero ahora nada lo detiene, está en una carretera vacía.......
-----------
Su amiga es la primera en encontrar algo, que por la ropa debería ser él, hace señas al resto de familiares que se encontraban detrás de ella buscando entre unos arbustos; Esteban yacía a un lado de la pista, extrañamente ileso.
-Esteban! despierta!
Aquella masa se retorcía, convulsionaba y luego, de un momento a otro, se incorpora del suelo... su expresión era la más espantosa que algún humano hubiese logrado imaginar... totalmente ajena a esta realidad, y no hay nada más temible que algo ajeno a nuestro mundo; saltaba, aullaba, movía los brazos de forma desordenada...
La motocicleta se había destrozado y se hallaba a una distancia considerable de aquel engendro ante el cuál ni la madre, ni el padre, ni los amigos, pudieron reaccionar.
Esteban lo había logrado, había alcanzado quel nivel añorado... pero, acaso eso no era solo una curiosa e inédita forma de suicidio?
sábado, julio 04, 2009
Concierto de la temporada internacional 2009. Orquesta Sinfónica Nacional. Lima
0
COMENTARIOS
Etiquetas:
Música Clásica
Hace unas semanas asistí a un concierto ejecutado por la Orquesta Sinfónica Nacional, dentro de su Temporada Internacional 2009. El programa se dividió en dos partes: la primera, el “Concierto para piano N 1 en si bemol menor Op.23”, de Pyotr Tchaikovsky; y la segunda, “la Sinfonía N 7 en la mayor Op.92”, de Ludwig van Beethoven. La experiencia fue bastante grata y la transcribo aquí porque tal vez las vibraciones que he tenido, sirvan de algo para el lector.
En la primera parte escuché maravillosas polifonías; el piano dialogaba con gran intensidad con la orquesta; el instrumento, muy bien ejecutado, transmitía y aportaba el tono melancólico a las piezas. Era como si se narrase una historia de amor, una historia en la que el piano fuese la voz del protagonista. Lo primero que escuché fue un Allegro dotado de un lirismo en el que el piano irrumpía con fuerza; luego, una pieza donde el piano fue más triste; y finalmente un Allegro, en el que la carga emocional llegaba a un límite insospechado. Esta primera instancia estuvo dotada de un lirismo único, el corazón se mezclaba con aquellas notas del piano, y daba la impresión de que éste contaba sus desventuras amorosas, desventuras expresadas por la orquesta; una especie de tormenta de sucesos, de recuerdos que envolvía la voz del protagonista, que narraba su infortunio a través del piano.
Nunca pensé que un texto musical podía remecerme tanto como lo había hecho el concierto para piano, era como si necesitara tomarme todo un día para reponerme de un golpe emocional, el receso fue menos que suficiente para sobreponerme a tal experiencia, y la orquesta se preparaba ya para embestirme con, a mi juicio, una de las obras más emotivas de la historia de la música: “La Sinfonía N 7 en la mayor Op.92”, de Ludwig van Beethoven. Todos los instrumentos dialogaban entre sí, jugaban, danzaban; una visión de inmensidad venía constantemente a mi mente; primero el “poco sostenuto”, un canto que anunciaba el infinito, la totalidad; luego el “Alegretto” en el que el corazón se me aceleró por completo, luego el presto, que fue a mi parecer el mejor momento de la sinfonía, debido a que sentí, poseía una mayor carga emotiva, y finalmente el “Allegro con brío”. Aquellas piezas representaban el infinito, no se limitaban a tratar de plasmar algo de este mundo, sin duda el tema aspiraba a más, lo que hizo que recordara la última escena de la película “La Amada Inmortal”. Recuerdo al escritor Valdelomar cuando planteaba que para el genio no existía un ritmo preexistente sino mas bien una sinfonía y que, y que tras experimentar una ruptura, un desconcierto, el genio lograba saltar de ese ritmo preexistente para crear uno completamente nuevo y agregarlo al universo; la verdad de estas ideas se comprueba con solo escuchar aquellas composiciones de dimensiones cósmicas.
de Ludwig van Beethoven.
En la primera parte escuché maravillosas polifonías; el piano dialogaba con gran intensidad con la orquesta; el instrumento, muy bien ejecutado, transmitía y aportaba el tono melancólico a las piezas. Era como si se narrase una historia de amor, una historia en la que el piano fuese la voz del protagonista. Lo primero que escuché fue un Allegro dotado de un lirismo en el que el piano irrumpía con fuerza; luego, una pieza donde el piano fue más triste; y finalmente un Allegro, en el que la carga emocional llegaba a un límite insospechado. Esta primera instancia estuvo dotada de un lirismo único, el corazón se mezclaba con aquellas notas del piano, y daba la impresión de que éste contaba sus desventuras amorosas, desventuras expresadas por la orquesta; una especie de tormenta de sucesos, de recuerdos que envolvía la voz del protagonista, que narraba su infortunio a través del piano.
Nunca pensé que un texto musical podía remecerme tanto como lo había hecho el concierto para piano, era como si necesitara tomarme todo un día para reponerme de un golpe emocional, el receso fue menos que suficiente para sobreponerme a tal experiencia, y la orquesta se preparaba ya para embestirme con, a mi juicio, una de las obras más emotivas de la historia de la música: “La Sinfonía N 7 en la mayor Op.92”, de Ludwig van Beethoven. Todos los instrumentos dialogaban entre sí, jugaban, danzaban; una visión de inmensidad venía constantemente a mi mente; primero el “poco sostenuto”, un canto que anunciaba el infinito, la totalidad; luego el “Alegretto” en el que el corazón se me aceleró por completo, luego el presto, que fue a mi parecer el mejor momento de la sinfonía, debido a que sentí, poseía una mayor carga emotiva, y finalmente el “Allegro con brío”. Aquellas piezas representaban el infinito, no se limitaban a tratar de plasmar algo de este mundo, sin duda el tema aspiraba a más, lo que hizo que recordara la última escena de la película “La Amada Inmortal”. Recuerdo al escritor Valdelomar cuando planteaba que para el genio no existía un ritmo preexistente sino mas bien una sinfonía y que, y que tras experimentar una ruptura, un desconcierto, el genio lograba saltar de ese ritmo preexistente para crear uno completamente nuevo y agregarlo al universo; la verdad de estas ideas se comprueba con solo escuchar aquellas composiciones de dimensiones cósmicas.
de Ludwig van Beethoven.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)