"Pandemonio, es una ciudad en la que deambulan Las Voces y en la que se aguarda eternamente al huésped, sea digno o indigno, sea bueno o malo. En su interior apretujados caídos revolotean en una sola carne, dispuestos a saltar al primer navío disponible, como una fuga de agua caliente.
Solo tendrás un segundo para decidir: Leer el Manual de la Naturaleza Doble, y dar la vida; o ser otro para siempre" El capitánTulik; José R. García.

miércoles, julio 14, 2010

La Percepción en “Macario” de Rulfo y en “La agonía del Rasu Ñiti” de Arguedas

0 COMENTARIOS
El fenómeno de la percepción es indispensable para conjurar al arte y el arte en sí mismo, desde cierta óptica, es percepción. En literatura como en otras disciplinas, cada compuesto está vinculado por defecto a una realidad que podemos reconocer, toda realidad es reconocible porque es percibida. Como ser vivo racional e irracional, me es de sumo interés investigar los medios por los cuáles puede llevarse a cabo este fenómeno.

En la pieza “Macario” de Rulfo, el protagonista posee cierto “transtorno” mental que propicia su manera muy distinta de captar la realidad mediante los sentidos. Macario es de carácter sensual, y no solo recibe la información por medio de los sentidos, sino que aprecia éstos estímulos de una forma “pura”, es decir, está completamente abierto a las sensaciones y aprecia el sonido por el sonido, el sabor por el sabor, los colores por los colores, etc.
“Uno da de topes contra los pilares del corredor horas enteras y la cabeza no se hace nada, aguanta sin quebrarse. Y uno da de topes contra el suelo; primero despacito, después más recio y aquello suena como un tambor (…)Pero lo que yo quiero es oír el tambor”. Pag. RULFO
No es necesaria más parafernalia, Macario busca el sonido desnudo, y con esto es a lo que yo me refiero cuando utilizo la palabra “pureza”. Tenemos entonces que el modo de percibir la realidad por medio de los sentidos en Macario es bastante peculiar, ya que, obedeciendo a su naturaleza (no se puede determinar si debido a su locura o a un carácter inherente), no busca nada más allá del mismo acto de percibir, pues el acto de percibir dotado de esta sensualidad es un fin en sí mismo.

En el cuento “ La Agonía del Rasu Ñiti” de José María Arguedas, se perfila otra manera de percibir y es por medio del espíritu. Rasu Ñiti, protagonista del relato, es un danzarín de tijeras que se vincula a la naturaleza que es común a todos pero que no todos escuchan, mediante la elevación de su espíritu. Cuando Rasu Ñiti baila lo hace de las fuerzas de un espíritu más grande que él.
“-Oyes, hija? Las tijeras no son manejadas por los dedos de tu padre. El Wamani las hace chocar. Tu padre sólo está obedeciendo” pag.128, ARGUEDAS
Rasu Ñiti gacias a esta elevación del espíritu al danzar, sincroniza con el Wamani, y así logra acceder al Logos que lo rige todo a través de todo, que se nos muestra constantemente pero que no lo sabemos interpretar:
(…) esa música hizo detenerse a las hormigas negras que ahora marchaban de perfil al sol, en la ventana. El mundo a veces guarda un silencio cuyo sentido sólo alguien percibe” pag.133. ARGUEDAS
De esta manera se nos presentan a lo largo de este breve ensayo dos medios propios del fenómeno de la percepción, primero los sentidos en Macario, que gozan de un carácter peculiar ya explicado, y segundo por medio del espíritu, que elevado logra percibir el Logos. Este trabajo nos puede ayudar a comprender las distintas posturas del ser humano con respecto a cómo acceder al conocimiento, cómo descubrir y cómo vivir. Se nos presentan dos opuestos: el campo de la fé, más relacionada a lo espiritual, y un campo más terrenal que busca las sensaciones por las sensaciones; estos opuestos sin embargo son idénticos y son unidad, cuestión que nos hace recordar ciertos fragmentos de Heráclito.


Bibliografía.


RULFO, Juan: “El llano en llamas” 1975 México DF: Fondo de Cultura Económica

ARGUEDAS, José María: “Diamantes y Pedernales” 2010 Lima : Norma