"Pandemonio, es una ciudad en la que deambulan Las Voces y en la que se aguarda eternamente al huésped, sea digno o indigno, sea bueno o malo. En su interior apretujados caídos revolotean en una sola carne, dispuestos a saltar al primer navío disponible, como una fuga de agua caliente.
Solo tendrás un segundo para decidir: Leer el Manual de la Naturaleza Doble, y dar la vida; o ser otro para siempre" El capitánTulik; José R. García.

sábado, abril 30, 2011

La Paradoja de Menón

MENÓN -- ¿Y de qué manera buscarás, Sócrates, aque­llo que ignoras totalmente qué es? ¿Cuál de las cosas que ignoras vas a proponerte como objeto de tu búsqueda? Porque si dieras efectiva y ciertamente con ella, ¿cómo advertirás, en efecto, que es ésa que buscas, desde el mo­mento que no la conocías?


Sócrates, es decir Platón cae redondo en el sofisma de Menón y es a partir de este error que comienza a fundamentar la teoría de la reminiscencia. Menón afirma que no se puede buscar nada puesto que uno busca lo que desconoce, y si desconoce lo que busca ¿qué podría buscar?, si sabe lo que esta buscando por el contrario, la búsqueda no tiene sentido puesto que ya sabe lo que busca.
Para esclarecer este asunto debemos darnos cuenta que se usó "lo que se busca" en dos sentidos distintos: Problema y Respuesta. Para llegar más rápido a la comprensión utilizaremos otra pregunta: ¿Podemos saber lo que no sabemos?, la misma pregunta en ambos sentidos:
-Sentido de Respuesta: No sé cuantos habitantes hay en Somalia (no sé una respuesta), es imposible que sepa cuantos habitantes hay en Somalia puesto que desde un comienzo admito que no se la respuesta.
-Sentido de Pregunta: Yo sé que no sé la respuesta de la pregunta (pero evidentemente conozco la pregunta, es decir el problema). En este sentido yo Sé lo que no Sé.
Finalmente, habría que decirle a Menón que no sea tan pendejo y que hable más claro, pero que tratándose de Platón se lo agradecemos.

2 comentarios:

Esen dijo...

Esa debería llamarse "La paradoja metodológica"

Y es lo mismo que yo trato de plantearle a mi asesor de tesis todas las veces que nos reunimos... pero él no cae como Sócrates...

José Ricardo García Corcuera dijo...

persevera.