Luna 138

Nos trasladamos a la Luna 138, en busca de Satanás. Siete hombres palpan la superficie amarilla, y aquella bacteria comienza a absorber la energía de nuestra raza. Mi escuadrón ha sido designado a la zona de exorcismo y bailando tan rápidos nos encontramos ante aquellos 7 hombres, en aquel Rito, deliciosamente muertos y cubiertos por la funesta intoxicación...
Tiempo atrás se utilizaba el Z-rex en la preparación de las ostias de todas nuestras Iglesias NeoCatólicas. Yo andaba vivo, comiendome a mi hermano para atrapar a uno de ellos... y no lo logré.

El pene que me engendró es el científico más consultado de Irgon. A mí me encanta reconocerme como el exorcista con menos suerte de la historia! (he regresado vivo de todas partes, siempre sin compañeros y con cruces hechas añicos). No obstante, hoy no me dió tiempo para salir corriendo o rogarle a mi jefe: Mi padre, para sorpresa de la Central y alivio de los creyentes, diagnosticó rápidamente que la bacteria no nacía de la Luna 138. No era la misma que ingeríamos en las Ostias sinó una inesperada mutación.

Mis mujeres han llegado hasta aquí transquilas, a investigar. Un poco de sexo no cae mal antes de escuchar la confirmación de los forenses. Hemos atravesado verticalmente, y respiro el clima agradable de la nave (que se va haciendo la idea de una estadía hostil) mientras se abren las flores de mis ninfas... Una y otra vez, el recuerdo del sonido de las grietas, de los zapatos, de las rocas y de los zapatos volviendo grietas las rocas más resistentes. Uno que es joven no debe ser imbécil, pues la sola imágen de un superviviente debe ser la de un experto aplastador de tierras.

Luego de la última descarga y repaso de lengua, doy un fuerte grito y me dirijo a la ducha, que así de perspicaz es el que abre los ojos. Luego bajo de la nave, que el día ya no es tan bondadoso con los pseudosacerdotes. Cuando llego de nuevo al lugar, cercado por una cúpula trasparente, husmeo los rostros de los ratones de caza y hallo al más heterosexual de todos.

-Soy Guillardo Franco, sacerdote a cargo - Me dirijo rápidamente. El idiota se tarda en dar la vuelta y me examina por unos segundos.
-Oh!, Guillardo.. usted!... - el ratón se paraliza y me coloca un rostro que hay que partir de un cabezaso. A mi nadie me debe observar con tanta confianza. Espero a que continúe.
-Guillardo, por qué, pensé que después de...
Quiensea obtiene el tabique dentro del rostro y comienza a ahogarse irremediablemente en el suelo amarillo. Los tres ratones restantes se alarman y quedan en sus sitios. Siempre es tan mierda ver cómo se ahogan así que digo unas cuantas palabras antes de retirarme.

-Estoy impune. Dentro de dos horas necesito a un médium trabajando aquí. - Me retiro; y una vorágine de odio trata de alcanzar mi espalda, ese odio de toda la vida me fastidia y ya es demasiado tarde como para cambiarme de religión o volver a nacer.
 Ha sido un gran alivio que hayan aclimatado una basta extensión de la Luna 198, solo les tomó unos cuantos orgasmos. Un golpe en la nariz con mi casco viejo hubiese sido peligroso para ambos.


Clarisa es la más guarra, con sus panties, que tengo fetiche con las panties. Nos acurrucamos en una cámara entusiasmados con el nuevo hematoma en el brazo de Lucía. Nunca atraje la atención en Irgos, ni en Marte, pero en este lugar mis hombros deben excitar a los demonios, deben perseguirme y devorar a los investigadores, los forenses, dejarme moribundo al médium y transitar en cada una de las muchachas que hoy me han brindado el brindis de guerra... Clarisa me repasa con los ojos, esperando una explicación, la más avesada, capaz, jugosa de las 4 mujeres que me repasan, esperando a que yo comprenda su necesidad.

-Es un viaje de placer en Luna 138, y las quiero mucho en mis piernas.
Ellas callan, y notan que no habrá más conversación. Aguardan el pago? No, no soy tan idiota como para arrojar a simples prostitutas. Hace tres años que un demonio casi me arranca de mi espectro por cometer ese error en el ritual. Ellas son ninfómanas, así que el placer es lo que las motiva y motivará, y lo que avecinará la resolución de este archivo.

Por mi parte he preparado una droga muy potente, mezcla de plantas de la cordillera Santa de Irgon, de teroles ígneos del río seco, y diversos maximizadores de chakra. Los médiums son especialente resistentes a los posesos, pero si el demonio o los demonios a tratar son de un nivel mayor, sucumben. Nadie quiere enfrentarse a un médium poseído. Espero que lo que resta de mi hermano roa todo el concentrado y me ayude a golpear.

Esto es la resistencia, un comentario del lejano Tertulio el Fenicio al respecto:
"El sol ha perdido su poder sobre los seres vivientes, pero los seres vivientes conservan al sol dentro de ellos, como espíritu vengador; y el sol ayuda a dar fuerzas, como la planta de yugi, el sampiterio, las hojas de terpento. Asimismo los grandes sensibles, cuando en rituales mueren, logran ciertas veces adentrarse en un familiar, para servir y proteger"