A lo largo de sus producciones literarias, Sor Juana nos sorprende por su dominio de la retórica y de los diversos artilugios poéticos, siendo característica suya la condensación de problemas y sentimientos en frases ingeniosas; Sor Juana, que no desconocía en lo absoluto la filosofía, trata de volcar entonces sus desvelos intelectuales en versos aparentemente dotados de una acogedora sencillez y como cualquier poeta ingenuo, su pondus la impulsa a expresar con palabras los pensamientos que hasta el momento han sido imposibles de trazar por la humanidad.
En el presente trabajo me encargaré del análisis de un verso escrito por Sor Juana, que a mi humilde opinión, mediante su característica llena de herramientas poéticas, de compresión de asuntos y de fuerte imagen me hace pensar que es un digno exponente de lo que en resumidas cuentas significa la misma Sor Juana de la Cruz; es un verso netamente emotivo que además de haber conmovido mi mente, ha tocado con una graciosa facilidad mi poco docto espíritu. El motivo por el cuál solo he decidido trabajar en base a un verso es que considero que dicha pieza , por sus propiedades, es un ejemplo basto de la escritura de la poeta y porque su análisis, debido a todo lo que intenta comprimir, tomará más del tiempo habitual.
El verso es el siguiente: “lágrimas negras de mi pluma triste”y es parte del poema conocido como: “Que consuela a un celoso, epilogando la serie de los amores” incluida en sus “Sonetos”.
En primer lugar, cabe destacarse la animación utilizada, el acto de otorgarle propiedades humanas a una pluma, nótese esta animación en dos partes:
Primero, el hecho de que la pluma vierte lágrimas, y segundo la sorprendente revelación de un estado emocional cuando se hace referencia a que dicho objeto se encuentra triste. Lo que Sor Juana pretende tras esta animación es la formulación de una metáfora que pueda portar el peso de lo que ella desea plasmar y que logre amoldarse a la perfección a su pensamiento.
Nótese además que el empleo del adjetivo “negro” no es casual, Sor Juana lo que desea al escribir lágrimas negras es enfatizar en la tristeza, la pesadumbre, la nostalgia; en este sentido brinda al color un estado emocional, y hace uso de lo que hoy podemos llamar lenguaje de los colores; el empleo de la palabra “negras” quiere transmitir una cierta oscuridad, unas lágrimas ocultas, no expuestas a simple vista, unas lágrimas escondidas en lo profundo.
El verso de Sor Juana puede dividirse en dos partes complementarias: “lágrimas negras” y “pluma triste”, unidas por los artículos “de” y “mi”, cada parte es un verso en sí, y denotan claramente un estado de ánimo, sin embargo juntas, dicha pieza adquiere un significado extra aparte de los dos ya existentes que es: el dolor que padece Sor Juana producto de escribir.
Para entender este último punto hay que contemplar una vez más el verso completo: “lágrimas negras de mi pluma triste”, así, ahora podemos apreciar el mensaje escondido: Sor Juana nos habla de un acto de escribir doloroso, triste, el hecho de que su pluma llore significa que ella misma lo hace a través del objeto, he aquí que el acto del cuál nos habla es un acto prohibido puesto que las lágrimas son de color negro y se pueden interpretar como unas lágrimas tras las sombras, escondidas de la vista de los demás, un llanto que rehulle las miradas; podemos comprender que el acto de escribir genera un dolor que no puede ser entendido o revelado y que tanto el acto como lo que propicia en el sujeto debe permanecer oculto.
Tras el análisis del mensaje del verso es necesario declarar que contiene cierto tinte autobiográfico puesto que Sor Juana siempre fue mal vista en su época por el hecho de escribir y leer en demasía. En su época se creía que los conocimientos provocaban el alejamiento de Dios y es por esto que a las monjas no se les inculcaban tales ejercicios, además de esto, las mujeres en general no tenían los mismos accesos a la cultura que los hombres, la educación menos valía la inteligencia de la féminas y las relegaba a tareas no intelectuales; Sor Juana siempre escribió casi clandestinamente y siempre con el temor de ser malentendida. Ella misma, en sus cartas, declara que sufría de unas ansias incontenibles de empaparse de conocimiento, que ella pensaba que el hecho de conocer más a fondo el mundo, contrariamente a lo que pensaba la mayoría de gente a su al rededor, nos acerca más a Dios, que Dios nos había dado la razón para que la usemos y para que lo encontremos mediante el uso intenso de la misma; sin embargo, difícilmente iba a lograr su cometido y es por esto que sufre mucho debido a su afán de escribir y de plasmar las ideas que le mortificaban el espíritu y que por ende no estaba en la capacidad de silenciar.
Puede verse además la sugerencia que el verso nos hace: el mensaje de Sor Juana no es completamente claro, hay que ir más allá del propio verso para entenderlo. Este poder de la sugerencia es importantísimo en la poesía, pues la poesía no plantea la realidad así como así, sino que la sugiere, Sor Juana es conciente de esto y seduce al lector con esta no explicites.
Es detectable también la técnica de la caja china en el verso: en él, se nos narra a una persona, que sería el objeto poético, que se siente triste cuando escribe; y en la realidad, la poetiza, que sería el objeto social, al estar escribiendo el poema y tener el mismo carácter que el personaje, sufre al momento de escribir. Tanto la Sor Juana del poema, como la Sor Juana que ha escrito el poema han escrito, valga la redundancia, y han experimentado en dicha acción el dolor. El funcionamiento de la técnica de la caja china, que es un sistema complejísimo de desarrollar, en una frase tan corta, se debe al carácter autobiográfico del verso, puesto que la poeta habla de ella misma y de esta forma se divide en dos: objeto social y objeto poético.
Otro punto interesante es el poder de adjetivación, los dos adjetivos empleados son exactos y desbordan en significación, los dos descubren un sentimiento, y hasta cierto punto pueden considerarse sinónimos si los analizamos por separado: la palabra “negro” puede traducirse como un estado triste y la palabra “triste” puede visualizarse con el color negro
Con respecto a esto último, cabe destacarse que sor Juana tiene un gran poder visual, maneja la proyección de imágenes resilientes, es por esto que plantea sentimientos mediante la asociación de tonalidades cromáticas en la mente del lector, el efecto producido por esta técnica se debe a que cuando una persona lee el nombre de un color, inmediatamente piensa en el mismo, y más aún, si se ha pensado en el color, se ha experimentado un estado emocional, puesto que los colores están contaminados de determinadas cargas emotivas. La imagen del verso completo es totalmente tangible: una pluma escribiendo: la figura es reconocible en el mundo real, más el mensaje se haya más allá de este simple armazón; podemos decir, que el alma del verso se haya encerrada en un cuerpo sencillo.
La estructura del verso es bastante curiosa, podemos reordenar las palabras y el mensaje a tratar no se distorsiona en lo esencial, es decir, si invertimos el orden de las palabras, el mensaje seguirá siendo coherente: podemos decir: “lágrimas tristes de mi pluma negra” en vez de “lágrimas negras de mi pluma triste”, y aún así el lector podrá deducir que Sor Juana está intentando plasmar el dolor que siente al escribir.
Se resalta la armonía de las palabras, ninguna es demasiado larga o demasiado corta con respecto a las demás, es decir, todas tienen un tamaño similar, salvo la primera: “lágrimas”, que es mas extensa por tratarse de la introducción al verso, de todas maneras, su extensión no dista mucho de las otras palabras que conforman el fragmento.
Es importante el sonido en una poesía, el verso de Sor Juana en este sentido cumple el requisito: el verso, dicho vulgarmente: “no chilla” y se muestra apetecible al oído, he notado por mi parte que ningún poema suyo cae en este grave problema melódico, siendo sus creaciones pulcras en ese aspecto.
A través de este verso se puede conocer más acerca de la poeta, y no me refiero al hecho ya nombrado líneas atrás sobre que el fragmento que hoy medito sea autobiográfico, sino porque si vemos el magnífico empleo de herramientas poéticas, de técnicas, la estructura simplista y a la vez compleja, el mensaje encerrado en una metáfora bien elaborada, nos daremos cuenta que Sor Juana era una perfeccionista, que se esmeraba, incluso en sus poemas que no eran hipoverbales y que nunca dejaba atrás ningún defecto menor; Sor Juana necesitó emplear mucho tiempo en cada una de sus líneas, puesto que mediante de cada una de ellas, buscaba expresar muchas ideas y sentimientos.
Se puede deducir además que nuestra poeta, manejaba ciertos conocimientos como astrología, filosofía, arte, etc, que le servían para comunicarse de mejor manera y en la mayoría de casos que le traían a la cabeza la inspiración para escribir.
( esto de los conocimientos se pueden ver reflejados en sus obras poéticas en general, no me estoy refiriendo al verso motivo de análisis).
Nótese que todas las palabras empleadas, salvo “lágrimas” (que tiene que ser diferente en cierta medida puesto que es la introducción al verso), son esdrújulas; se comprende entonces un poco del porqué de lo bien que se escuchan tales versos, pero hay que subrayar además que es muy difícil juntar muchas palabras con el acento en la misma sílaba sin producir un sonido desigual y desequilibrado; es aquí cuando podemos valorar el grado de brillantez de la poeta, en este caso Sor Juana, quién una vez mas nos demuestra que por cada palabra que escribe se le van horas enteras por así decirlo.
Dada la cantidad de observaciones realizadas a un solo verso, se puede decir que Sor Juana imprimía en pocas palabras muchas ideas, que su poesía es profunda y que a simple vista parece sencilla, mas las metáforas que usa desean transmitir algo más, algo no visible; su poesía es un comprimido de ideas y pensamientos, pero es una compresión hermosa, una compresión armónica, tanto estructuralmente como melódicamente, simplemente no se puede hablar de esta poeta sin recurrir a un análisis concienzudo de su obra literaria, Sor Juana no es sentarse un día y leer sus trabajos con la ligereza del momento, es una poeta que requiere tiempo y empeño y que sobretodo requiere de un interés hacia el mundo del conocimiento que ella misma busco alcanzar durante toda su vida.
Finalmente, tras haber hecho un brevísimo análisis del verso: “lágrimas negras de mi pluma triste”de Sor Juana Inés de la Cruz, espero haber convencido o al menos hecho reflexionar sobre las características de escritura de esta poeta y ahondado más en su forma de ser y en su manera muy peculiar de observar el mundo. He extraído un grandioso provecho al desarrollo de este ensayo y espero que no haya sido en vano para el que lo lee. Me parece interesante la poesía de Sor Juana y dada esta experiencia me apremia volver a repetir este ejercicio, el cuál recomiendo con otros versos propiedad de la misma poetisa.
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Solo tendrás un segundo para decidir: Leer el Manual de la Naturaleza Doble, y dar la vida; o ser otro para siempre" El capitánTulik; José R. García.
lunes, diciembre 01, 2008
Análisis de un solo verso de Sor Juana Inés de la Cruz
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Etiquetas:
Literatura
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