Las calles de Lima están infestadas de seres pintorescos y de una serie de acontecimientos de lo más extraños sacados al parecer de un tomo de las crónicas de Narnia, para una persona como yo, con los sensores de estupidez (dícese de los órganos sensoriales ubicados en las glándulas sudoríparas de gente hiprasensible acostumbrada a un ambiente lleno de estupideces, como por ejemplo los limeños) superdesarrollados, es muy fácil estar en el momento y lugar adecuado cuando acontece una ESTUPIDEZ con E mayúscula.
Era un día como cualquier otro, regresaba del teatro La Plaza Isil de Larcomar donde había visto la comedia Noche de Tontos, tomé un carro hacia Villa María y luego, estando allí me dispuse a tomar un carro que me acercara más hacia mi casa; estaba en el paradero y entonces...los sentidos arácnidos relampaguearon en mi cabeza con una fuerza incontenible: algo idiota iba a pasar, lo sabía, estaba completamente seguro; saco el celular del bolsillo de mi casaca para tomar la foto y retratar el inmimente momento que mi premonicion profetizaba y es entonces cuando sucede: Una combi se cuadra el filo de la vereda, NuevaQ FM se escucha a todo volúmen, el cobrador abre la puerta y...SE CÁE!!!, la puerta se cae del carro y se estrella en el piso, yo, que había tomado la foto justo antes de que la puerta se cayera, me acerqué a la combi-transformer, miré frente a frente al cobrador, a los pasajeros , al conductor, y me cagué de la risa en su cara.
Ahhhh mi hermosa Lima....Te Amo!
