Manifiesto para Escritores
Licor es como una sinfonía, como La perra Pepa. Lo bebes cuando te duele algo… ¿presión?, No creo.
Supuestas como sombras pero lo he olvidado, junto a las mascotas de líquido seminal. Escribo ahora para la Naturaleza de la Luna, escribo centenares de vestuarios, calma distante hacia los pocos minutos… y sin embargo, las mujeres dicen que no les gusta el porno.
No le debe nada al lector, excepto protegerle de la radiación exterior, derretirse al regresar a la atmósfera: con alas de murciélago me encuentro bien entre marginados.
Gusta ser la dicotomía, masculinos o femeninos. Millones de lectores se tragaron haber escrito un poema completamente sobrio, hombres con dientes rotos, ricos-pobres: éste es el cálculo más próximo.
Su objetivo es crear un mercado, gustan religiones, gusta sociedad. El director porno no te convierte, en jerga de sexólogos se proyectan varias naves espaciales (a eso se llama gatillazo); me convertí en escritor con su aburrida ineptitud.
