La creación en el laboratorio del homúnculo es el temblor de la tierra y de nuestros ojos. Cómo crece a prodigio o labor maldita, impregnándonos de sublimidad. Paracelso es el médico alquimista que procrea a este Ser y también el que le da muerte, padre y asesino. Existe el cuerpo, reproducido mediante el conocimiento de los elementos, pero no existe la concepción de un alma en el recipiente.
El homúnculo cumple las labores de un gólem, y se revela en ocasiones... huye o busca. Las recetas se han establecido con éxito sospechoso y nos incentivan a avivar el fuego. En la receta del médico nos alcanzan rumores... Bolsa de carbón, pequeños huesos, mercurio, fragmentos de piel, cabellos. El preparado enterrado cuarenta días, rodeado de sémen de caballo u estriercol. La receta con mandrágora alimentada de sangre humana y miel... y la de Christianus, empleando un huevo de gallina negra, vasija de aliento y vigor humano.
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