1.En la universidad estoy subiendo las escaleras y me encuentro con unos amigos, luego la escalera se transforma como en una espiral de lámina delgada de metal que se tambalea con el viento... junto con mis amigos comenzamos a descender.
2.Andy Warhol lee un escrito suyo sobre el arte: "es como el sol, que ilumina la creación, a un lado y al otro.".... Luego de escucharlo comienzo a llorar.
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"Pandemonio, es una ciudad en la que deambulan Las Voces y en la que se aguarda eternamente al huésped, sea digno o indigno, sea bueno o malo. En su interior apretujados caídos revolotean en una sola carne, dispuestos a saltar al primer navío disponible, como una fuga de agua caliente.
Solo tendrás un segundo para decidir: Leer el Manual de la Naturaleza Doble, y dar la vida; o ser otro para siempre" El capitánTulik; José R. García.
martes, diciembre 29, 2009
Warhol, escaleras, etc.
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Bitácora de sueños
viernes, diciembre 25, 2009
Puesta en escena
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Bitácora de sueños
Yo y unos amigos llevamos una puesta en escena. Nos juntamos ahi mismo y nos ponemos deacuerdo rápidamente en la preparación de una comida x , cada uno, por separado participa y continúa la preparación del plato, debe de enseñar a todos lo que está haciendo, improvisando una especie de monólogo con respecto a sus paso en la preparación o a cualquier otra fuckeada. .... Luego despierto, voy a la compu y trato de abrir blogguer pero no puedo, y luego me doy cuenta que eso también es un sueño, y despierto "realmente".
jueves, diciembre 24, 2009
Felizzz Navidad!!!
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¿Editorial?
Hola amigos pandemoadictos!!! El blog les desea una Feliz Navidad!!! Woooooooooooooo, y recuerden que la navidad es una fecha para divertirse, nada de jesuses ni babosadas religiosas! fuera el hipócrita y que viva el niño que habita en nuestro interior!!!!.
No se me ha ocurrido un mejor regalo que ofrecerles que un GIGA PUDDING!!! YUUUUPIII @_@ !!!!
No se me ha ocurrido un mejor regalo que ofrecerles que un GIGA PUDDING!!! YUUUUPIII @_@ !!!!
Conversación con una voleybolista
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Bitácora de sueños
...se sentó frente a mí y al lado de su amiga, y me preguntó sobre los cursos de segundo semestre; yo le dicté los que me acordaba, pero luego terminaba por rectificarlos, y terminé por oírme un poco tonto entre tantas correcciones y ofreciendo una conversasión automatizada; viendo entonces que mi memoria era un desastre, cogí cuaderno y lapicero y comencé a anotarle los cursos que recordaba de cuando estaba en segundo ciclo... no recuerdo si le llegué a dar el papel, pero le dije que creía que esa información se la podían proporcionar en recepción; ella hizo ademán de irse y le entendí: "si no consigo eso voy al tótem"; yo, extrañado, puesto que en mi universidad no hay tótem alguno, ni nada que se le parezca (igual obvie el dato dándome cuenta que era un sueño), le pregunté riendo : "¿qué me dices?, ¿que si no consigues la información vas al tótem? ¿le vas a preguntar al tótem? ... ella se rió dulcemente, luego me dijo mientras me sonreía: " No, no; dije que si no consigo la información voy a estar en el Tótem"... y supe que eso quería decir que dentro de un rato fuera allí para encontrarme con ella.
martes, diciembre 22, 2009
Catarata
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Poemas Buscando Poemario
Mi rostro al cielo,
y el agua que cae.
permito que ambos sean,
mientras yo los contemplo.
y el agua que cae.
permito que ambos sean,
mientras yo los contemplo.
viernes, diciembre 18, 2009
Pi r 2 - Clint Mansell
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Clint Mansell,
Electrónica,
Soundtracks
He aquí una obra maestra del músico y compositor británico Clint Mansell. Sin su trabajo, la película de superculto "Pi: Faith in Chaos" estaría claramente mutilada. Mansell maximiza mediante su genio el ambiente de locura experimentado por el desequilibrado matemático Max Cohen, de tal manera que involucra aún más al espectador en la búsqueda obsesiva del modelo de Pi.
miércoles, diciembre 16, 2009
Pi: Faith in Chaos
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Darren Aronofsky,
Filosóficas,
Neuróticas,
Pi: Faith in Chaos,
Psicológicas
Una joya del cine: "Pi: Faith in Chaos" (Fe en el Caos); sin duda, para este blog, es más que necesario el recomendarla como indispensable para cualquier persona que se digne de ser un cinéfilo a muerte. Dirigida por el director estadounidense Darren Aronofsky, lanzada para todos en el año de 1998 (cuando yo tenía unos 8 años [dato irrelevante pero irresistible]), y vuelta luego una obra de culto.
El 90 porciento de la historia se desarrolla en la habitación de protagonista, Max Cohen, un matemático obsesionado por encontrar el modelo de Pi; logrando de esta manera una maximización de la sensación de paranoia, encierro y locura. Se usa además el blanco y negro durante toda la cinta, de manera que el ambiente obtiene una tensión especial, que reacciona acorde al deterioro psíquico del personaje central.
Todo puede representarse con números, y todo el caos se puede ordenar si se comprende el modelo de Pi; éstas hipótesis llevarán a un estado límite a Max, quien verá que su búsqueda es más complicada de lo que cree, y se verá enredado con personas con las que nunca pretendió enredarse; así, su caída libre se verá aún más afectada por la presión a muerte ejercida por un grupo secreto que lo desea utilizar para encontrar la forma de predecir la Bolsa, y por la presión de un grupo de judíos que desean conocer el verdadero nombre de Dios.
Por si fuera poco, la película se vuelve un espectáculo de desequilibrio total mediante la música de Clint Mansell, quien a mi parecer, no ha producido ningun trabajo musical que supere al hecho en "Pi: Faith in Chaos"
El film goza de muchas imágenes realmente fuertes, imágenes que alimentan la tensión y reflejan fielmente el camino hacia la locura trazado por Cohen. Sin duda, el camino al descontrol, y los estados de paranoia, son absorbidos por el espectador, de manera que Max Cohen se convierte en el espectador mismo; el viaje es de este modo compartido, junto con el destino irremediable que produce la búsqueda desenfrenada del modelo de Pi.
Los límites del cocimiento humano, la obsesión por encontrar una verdad, son solo algunos de los temas que aborda esta magnífica pieza. Servido.
El 90 porciento de la historia se desarrolla en la habitación de protagonista, Max Cohen, un matemático obsesionado por encontrar el modelo de Pi; logrando de esta manera una maximización de la sensación de paranoia, encierro y locura. Se usa además el blanco y negro durante toda la cinta, de manera que el ambiente obtiene una tensión especial, que reacciona acorde al deterioro psíquico del personaje central.
Todo puede representarse con números, y todo el caos se puede ordenar si se comprende el modelo de Pi; éstas hipótesis llevarán a un estado límite a Max, quien verá que su búsqueda es más complicada de lo que cree, y se verá enredado con personas con las que nunca pretendió enredarse; así, su caída libre se verá aún más afectada por la presión a muerte ejercida por un grupo secreto que lo desea utilizar para encontrar la forma de predecir la Bolsa, y por la presión de un grupo de judíos que desean conocer el verdadero nombre de Dios.
Por si fuera poco, la película se vuelve un espectáculo de desequilibrio total mediante la música de Clint Mansell, quien a mi parecer, no ha producido ningun trabajo musical que supere al hecho en "Pi: Faith in Chaos"
El film goza de muchas imágenes realmente fuertes, imágenes que alimentan la tensión y reflejan fielmente el camino hacia la locura trazado por Cohen. Sin duda, el camino al descontrol, y los estados de paranoia, son absorbidos por el espectador, de manera que Max Cohen se convierte en el espectador mismo; el viaje es de este modo compartido, junto con el destino irremediable que produce la búsqueda desenfrenada del modelo de Pi.
Los límites del cocimiento humano, la obsesión por encontrar una verdad, son solo algunos de los temas que aborda esta magnífica pieza. Servido.
viernes, diciembre 11, 2009
El desbalance entre placer-dolor y el excesivo hincapié en el subjetivismo: 2 errores d gran part d la filosofi occidental con respecto a la felicidad
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Filosofía
“Todo es como todo y en proporciones infinitas”
pensamiento oriental (no recuerdo de quien )
La filosofía occidental a lo largo de la historia ha vislumbrado el concepto de felicidad de varias maneras, por lo que aparentemente es un concepto subjetivo; además de esto, ha sido fuertemente vinculada con el placer, sea producto de la satisfacción material, corporal, o espiritual. Al momento de vincular, hasta cierto punto, el placer con la felicidad se le ha puesto por sobre la valoración del dolor. La felicidad de Mill, Kant, Aristóteles, Epicuro, San Agustín, Rawls, no se presenta en la vida que “normalmente” llevamos y esto amerita su búsqueda. Es claro también en el pensamiento occidental ver cómo algunos plantean que la felicidad es un ideal, y lo importante es la actitud que se toma para llegar a este ideal. Será menester de este ensayo el demostrar que estas miradas de la felicidad están mal enrumbadas.
Como ya hemos dicho, el placer a lo largo de la filosofía occidental, desde Epicuro, Stuart Mill, entre otros, ha ocupado un lugar muy importante; siendo el sufrimiento su contrapartida. Epicuro plantea que la felicidad se encuentra en la imperturbabilidad, a la que se llega tras una correcta administración de los placeres y tras dejar de lado el temor “estúpido” a la muerte, el temor “estúpido” a los dioses, y el temor “estúpido” al dolor.
Todas las cosas esenciales que nos rodean poseen su contraparte, así el color negro se contrapone con el color blanco, la vida con la muerte, el movimiento con la quietud, el dolor con el placer. Ambos lados son indispensables, si uno de los lados se erradica el otro lo hace también, ¿acaso no sabemos que lo negro es negro por el hecho de contrastarlo con el blanco? Ahora, el placer y el dolor son opuestos y complementarios; si vivimos disminuyendo los momentos de dolor y aumentando los momentos de placer, se creará un desbalance; si por ejemplo, siento mucho placer cuando determinada persona me abraza, siendo esto no muy usual, es porque hay un contraste que permite que se dé esta apreciación; en cambio, si todos los días esa persona me abraza, el placer disminuirá, ya que el contraste no será el mismo. Epicuro al postular dejar de lado el temor hacia el dolor, se está, de alguna manera, centrando de manera excesiva en el placer, y por lo tanto, creando un desbalance entre ambos. Para tener más claro esto planteo otro ejemplo: si me produce mucha felicidad el dinero y las cosas materiales y los afectos de ciertas personas, y de pronto, me vuelvo rico y compro todo lo que deseo con suma facilidad, y esas personas que quise me brindaran su afecto ahora lo hacen; el placer que antes me hubiera producido esto, disminuirá catastróficamente, ya que el contraste se verá afectado. Aquí existe pues un factor de costumbre, hay actividades que producen placer precisamente porque no están dentro de la rutina diaria y otros que producen menos placer porque son parte de la rutina; en este sentido, valoramos como más placenteros o más dolorosos, los sucesos que vivimos con menos frecuencia. Si vivimos en la imperturbabilidad, y de esta manera disminuimos a una escala elevada el dolor, la persona se adaptará a la experiencia continua de placeres, y en este punto, el placer generado por diversos motivos, careciendo de un contraste, desaparecerá.
Ahora, la felicidad no puede darle un espacio tan importante a la búsqueda de placer, puesto que la búsqueda de placer es interminable; es decir, si uno busca determinados placeres y los encuentra, los vive con frecuencia y se adapta a ellos, buscará otro placer, y cuando encuentre ese otro se adaptará a él y buscará otro; y así la búsqueda se hace inacabable, puesto que el objeto de placer se mueve; y estando en esta búsqueda presente el deseo, también está presente la angustia por no conseguir lo que se desea. San Agustín propone que la felicidad está en encontrar a Dios, que es algo inmutable; sin embargo esto no deja de ser una búsqueda, y toda búsqueda surge de una carencia, por lo que, visto desde esta óptica, el camino hacia Dios estaría marcado por el deseo de encontrarlo, y por lo tanto de una angustia de no poder hacerlo y de una relativización de los objetos del mundo que no obedecen a esta búsqueda.
Stuart Mill propone que la felicidad es la consecución de la mayor cantidad de placer para la mayor cantidad de personas. Mill cae, si bien es cierto concibe a la felicidad como un conjunto de ingredientes dentro de los cuáles se haya jugando un rol importante el placer, el hecho es que lo coloca precisamente como algo bastante más importante que el dolor. Si suponemos que todas las personas obtienen constantemente una cantidad de placer bastante alta y el dolor queda bastante al margen, el placer disminuirá, y hasta se corre el riesgo de llegar a un estado en el cual ya casi nada produce placer; es por esto que se dá el caso de personas con una economía bastante buena y con una familia “casi perfecta” que no son felices, ya que su placer disminuye a falta de contraste con experiencias dolorosas.
Se postula también que la felicidad es un ideal, y que por lo tanto no puede ser alcanzado y que el camino que se traza hacia este ideal es lo que verdaderamente importa. Pero, el hecho de perseguir un ideal es en cierta medida desearlo, puesto que no podemos afirmar que es posible dirigirse a algo de forma premeditada sin previamente haberlo deseado, y como ya vimos, si hay deseo; hay carencia, angustia y al fin de cuentas, sufrimiento. Como veremos mas adelante la felicidad no es un camino, sino que es el vivir mismo, el natural flujo del vivir. Si se acepta por otro lado que la felicidad es la actitud propuesta para llegar a un ideal, el ideal dejaría de serlo y sería en este caso la felicidad misma
A lo largo de la filosofía occidental parece haberse llegado en cierta medida a la idea de que la felicidad es algo muy subjetivo; es decir, a que depende de las cosas que una persona determinada valore y no valore. El carácter subjetivo de la felicidad se hace muy presente en el planteamiento filosófico de Kant; Kant plantea que la felicidad , como se ha aclarado en parte aquí, responde a meros datos materiales, a la obtención de placer. El subjetivismo a mi parecer es uno de los más grandes problemas de la filosofía occidental, la cuál ve que al hombre como distinto de tras especies e incluso distinto en comparación a otros hombres. La felicidad no es algo subjetivo, no hay distintas versiones de la felicidad, el error, en parte, de la filosofía occidental de ver a la felicidad como algo subjetivo se debe al error de ver al hombre como un ser distinto a cualquier otra forma de existencia y de creer que de este modo que cada persona tiene un concepto diferente de felicidad y entre muchas otras cosas que las experiencias de placer son distintas de persona a persona. La clave está en ver la existencia del hombre como la misma existencia de todo, no hay subjetivismo, todo es como todo; en este punto, parece ser que la filosofía occidental termina donde empieza el pensamiento oriental; el pensamiento oriental propone abandonar nuestro ser engañoso (subjetivo), para encontrarnos sintonizados con el todo, encontrar el verdadero Ser y dejar de lado la manía de discriminar formas y de fragmentar el universo que nos rodea. Si abandonamos pues el plano subjetivo dejamos de lado también el plano subjetivo de la felicidad, la cuál sería el vivir mismo.
Este ensayo entonces, entiende que la felicidad está relacionada con el placer, pero que también está relacionada con el dolor, ya que como se ha demostrado, el placer sin el dolor no puede existir; la felicidad está relacionada con el placer y con el dolor porque la felicidad es vivir la vida misma; no hay nada más aparte de esta realidad y si lo hay no interesa porque el hecho es vivir la realidad que se presenta y no vivir añorando una realidad que no está presente, ya que esto provoca el caer en el deseo y por consiguiente, como ya hemos visto también, en el sufrimiento que el deseo mismo provoca (la angustia y tristeza por no tener lo deseado y por tal vez nunca alcanzarlo a tener) . La felicidad pues, no es una búsqueda, ya que toda búsqueda es respuesta a una carencia, la felicidad está en vivir realmente, en el natural flujo del vivir; siendo esto el vivir aceptando como parte de un todo cada cosa que conforma el universo, incluidos nosotros; así, el placer y el dolor, entre otros, tienen el mismo peso; el subjetivismo que ha producido tantos problemas desaparece y la felicidad se descubre como el estado de vida mismo.
pensamiento oriental (no recuerdo de quien )
La filosofía occidental a lo largo de la historia ha vislumbrado el concepto de felicidad de varias maneras, por lo que aparentemente es un concepto subjetivo; además de esto, ha sido fuertemente vinculada con el placer, sea producto de la satisfacción material, corporal, o espiritual. Al momento de vincular, hasta cierto punto, el placer con la felicidad se le ha puesto por sobre la valoración del dolor. La felicidad de Mill, Kant, Aristóteles, Epicuro, San Agustín, Rawls, no se presenta en la vida que “normalmente” llevamos y esto amerita su búsqueda. Es claro también en el pensamiento occidental ver cómo algunos plantean que la felicidad es un ideal, y lo importante es la actitud que se toma para llegar a este ideal. Será menester de este ensayo el demostrar que estas miradas de la felicidad están mal enrumbadas.
Como ya hemos dicho, el placer a lo largo de la filosofía occidental, desde Epicuro, Stuart Mill, entre otros, ha ocupado un lugar muy importante; siendo el sufrimiento su contrapartida. Epicuro plantea que la felicidad se encuentra en la imperturbabilidad, a la que se llega tras una correcta administración de los placeres y tras dejar de lado el temor “estúpido” a la muerte, el temor “estúpido” a los dioses, y el temor “estúpido” al dolor.
Todas las cosas esenciales que nos rodean poseen su contraparte, así el color negro se contrapone con el color blanco, la vida con la muerte, el movimiento con la quietud, el dolor con el placer. Ambos lados son indispensables, si uno de los lados se erradica el otro lo hace también, ¿acaso no sabemos que lo negro es negro por el hecho de contrastarlo con el blanco? Ahora, el placer y el dolor son opuestos y complementarios; si vivimos disminuyendo los momentos de dolor y aumentando los momentos de placer, se creará un desbalance; si por ejemplo, siento mucho placer cuando determinada persona me abraza, siendo esto no muy usual, es porque hay un contraste que permite que se dé esta apreciación; en cambio, si todos los días esa persona me abraza, el placer disminuirá, ya que el contraste no será el mismo. Epicuro al postular dejar de lado el temor hacia el dolor, se está, de alguna manera, centrando de manera excesiva en el placer, y por lo tanto, creando un desbalance entre ambos. Para tener más claro esto planteo otro ejemplo: si me produce mucha felicidad el dinero y las cosas materiales y los afectos de ciertas personas, y de pronto, me vuelvo rico y compro todo lo que deseo con suma facilidad, y esas personas que quise me brindaran su afecto ahora lo hacen; el placer que antes me hubiera producido esto, disminuirá catastróficamente, ya que el contraste se verá afectado. Aquí existe pues un factor de costumbre, hay actividades que producen placer precisamente porque no están dentro de la rutina diaria y otros que producen menos placer porque son parte de la rutina; en este sentido, valoramos como más placenteros o más dolorosos, los sucesos que vivimos con menos frecuencia. Si vivimos en la imperturbabilidad, y de esta manera disminuimos a una escala elevada el dolor, la persona se adaptará a la experiencia continua de placeres, y en este punto, el placer generado por diversos motivos, careciendo de un contraste, desaparecerá.
Ahora, la felicidad no puede darle un espacio tan importante a la búsqueda de placer, puesto que la búsqueda de placer es interminable; es decir, si uno busca determinados placeres y los encuentra, los vive con frecuencia y se adapta a ellos, buscará otro placer, y cuando encuentre ese otro se adaptará a él y buscará otro; y así la búsqueda se hace inacabable, puesto que el objeto de placer se mueve; y estando en esta búsqueda presente el deseo, también está presente la angustia por no conseguir lo que se desea. San Agustín propone que la felicidad está en encontrar a Dios, que es algo inmutable; sin embargo esto no deja de ser una búsqueda, y toda búsqueda surge de una carencia, por lo que, visto desde esta óptica, el camino hacia Dios estaría marcado por el deseo de encontrarlo, y por lo tanto de una angustia de no poder hacerlo y de una relativización de los objetos del mundo que no obedecen a esta búsqueda.
Stuart Mill propone que la felicidad es la consecución de la mayor cantidad de placer para la mayor cantidad de personas. Mill cae, si bien es cierto concibe a la felicidad como un conjunto de ingredientes dentro de los cuáles se haya jugando un rol importante el placer, el hecho es que lo coloca precisamente como algo bastante más importante que el dolor. Si suponemos que todas las personas obtienen constantemente una cantidad de placer bastante alta y el dolor queda bastante al margen, el placer disminuirá, y hasta se corre el riesgo de llegar a un estado en el cual ya casi nada produce placer; es por esto que se dá el caso de personas con una economía bastante buena y con una familia “casi perfecta” que no son felices, ya que su placer disminuye a falta de contraste con experiencias dolorosas.
Se postula también que la felicidad es un ideal, y que por lo tanto no puede ser alcanzado y que el camino que se traza hacia este ideal es lo que verdaderamente importa. Pero, el hecho de perseguir un ideal es en cierta medida desearlo, puesto que no podemos afirmar que es posible dirigirse a algo de forma premeditada sin previamente haberlo deseado, y como ya vimos, si hay deseo; hay carencia, angustia y al fin de cuentas, sufrimiento. Como veremos mas adelante la felicidad no es un camino, sino que es el vivir mismo, el natural flujo del vivir. Si se acepta por otro lado que la felicidad es la actitud propuesta para llegar a un ideal, el ideal dejaría de serlo y sería en este caso la felicidad misma
A lo largo de la filosofía occidental parece haberse llegado en cierta medida a la idea de que la felicidad es algo muy subjetivo; es decir, a que depende de las cosas que una persona determinada valore y no valore. El carácter subjetivo de la felicidad se hace muy presente en el planteamiento filosófico de Kant; Kant plantea que la felicidad , como se ha aclarado en parte aquí, responde a meros datos materiales, a la obtención de placer. El subjetivismo a mi parecer es uno de los más grandes problemas de la filosofía occidental, la cuál ve que al hombre como distinto de tras especies e incluso distinto en comparación a otros hombres. La felicidad no es algo subjetivo, no hay distintas versiones de la felicidad, el error, en parte, de la filosofía occidental de ver a la felicidad como algo subjetivo se debe al error de ver al hombre como un ser distinto a cualquier otra forma de existencia y de creer que de este modo que cada persona tiene un concepto diferente de felicidad y entre muchas otras cosas que las experiencias de placer son distintas de persona a persona. La clave está en ver la existencia del hombre como la misma existencia de todo, no hay subjetivismo, todo es como todo; en este punto, parece ser que la filosofía occidental termina donde empieza el pensamiento oriental; el pensamiento oriental propone abandonar nuestro ser engañoso (subjetivo), para encontrarnos sintonizados con el todo, encontrar el verdadero Ser y dejar de lado la manía de discriminar formas y de fragmentar el universo que nos rodea. Si abandonamos pues el plano subjetivo dejamos de lado también el plano subjetivo de la felicidad, la cuál sería el vivir mismo.
Este ensayo entonces, entiende que la felicidad está relacionada con el placer, pero que también está relacionada con el dolor, ya que como se ha demostrado, el placer sin el dolor no puede existir; la felicidad está relacionada con el placer y con el dolor porque la felicidad es vivir la vida misma; no hay nada más aparte de esta realidad y si lo hay no interesa porque el hecho es vivir la realidad que se presenta y no vivir añorando una realidad que no está presente, ya que esto provoca el caer en el deseo y por consiguiente, como ya hemos visto también, en el sufrimiento que el deseo mismo provoca (la angustia y tristeza por no tener lo deseado y por tal vez nunca alcanzarlo a tener) . La felicidad pues, no es una búsqueda, ya que toda búsqueda es respuesta a una carencia, la felicidad está en vivir realmente, en el natural flujo del vivir; siendo esto el vivir aceptando como parte de un todo cada cosa que conforma el universo, incluidos nosotros; así, el placer y el dolor, entre otros, tienen el mismo peso; el subjetivismo que ha producido tantos problemas desaparece y la felicidad se descubre como el estado de vida mismo.
Ficha: John Stuart Mill – "El Utilitarismo" [Resumen y Comentario]
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Filosofía
Resumen:
En El Utilitarismo , Stuart Mill comienza por responder a dos formas erradas de concebir el utilitarismo; la primera ve la utilidad como opuesta al placer, y Mill argumenta que desde Epicuro hasta Bentham la utilidad, se ha entendido como no opuesta al placer sino que lo útil significa agradable y placentero, entre otras cosas; y ante aquellos que afirman que, suponer que la vida no tiene un fin más elevado que el placer es defender una filosofía del cerdo, responde argumentando que los que presentan a la naturaleza humana bajo el aspecto degradante no son los utilitaristas sino sus acusadores, puesto que la acusación implica creer que los humanos no son capaces de otros placeres diferentes de los de un cerdo; y esto no es así. Los utilitaristas han sido también considerados hedonistas por el hecho de identificar el placer con el bien, pero hay que resaltar que ellos no subordinan ese placer al individuo sino a la sociedad, ya que, en su óptica el bien moral es provocar la mayor cantidad de placer para el mayor número de personas.
Para Mill los placeres pueden jerarquizarse en superiores, relacionados con las características intelectuales y espirituales; e inferiores, relacionados con las características sensuales y físicas. El hombre es capaz de placeres más elevados, y en este punto plantea que el desarrollo y ejercicio de las facultades superiores son pre-requisito para experimentar placeres superiores, siendo desarrolladas estas facultades a través del ejercicio de la virtud. Cuando el hombre es capaz de experimentar placeres superiores ya no se conforma con saciar su lado animal. Frente al hecho de que a veces que a veces, incluso aquel que ha desarrollado sus facultades superiores, opta por placeres inferiores; Mill responde que esta conducta se debe a una debilidad de carácter, puesto que deciden por el bien más próximo, enterados de que les generará menos placer.
La jerarquización de los placeres solo puede ser realizada por los jueces competentes. En determinada situación, un juez competente es aquel que habiendo experimentado dos placeres, está capacitado para hacer un balance entre ambos y determinar cuál de ellos es el más valioso. Es importante remarcar que una persona al llevar a cabo un cálculo de los placeres debe de tener en cuenta a los demás como parte de su mundo.
Mill coloca a la libertad como un condicionante de la felicidad, puesto que cree que el valor de la vida está en haberla elegido; sin embargo, plantea que se puede ejercer cierto poder en una persona en contra de su voluntad, si es que con esto se puede evitar que perjudique a otras personas.
La felicidad dibujada por Stuart Mill no es sinónimo de placer; es un conjunto complejo de elementos entre los cuáles la virtud es muy importante, la libertad, el autorrespeto, la autonomía personal son algunos ingredientes más; Mill plantea que estos ingredientes no se derivan de la felicidad sino que son la felicidad. La adquisición de la virtud además, exige una búsqueda desinteresada de la misma, y una asociación con el placer que la convierta en el medio más eficaz para alcanzar la felicidad.
Comentario:
Es interesante como Mill concede un rol importante a la educación, ya que sería ella la encargada de inculcar a las personas de tal manera que identifiquen el bien de la sociedad como su propio bien, el placer de otras personas como el suyo. Cabe criticar el hecho de que coloca a los humanos solo como una estadística y mutila parte de la dimensión humana de las personas.
Mill afirma que se puede ejercer fuerza en una persona contra su voluntad para que haga o deje de hacer algo, si con esto se garantiza el bienestar de más personas; sin embargo hay que tomar en cuenta también la clase de personas a las que beneficiaría; por ejemplo, si la muerte de un pueblo es beneficiosa económicamente para una ciudad e incluso el matarlos resulta placentero ¿se debe de matar a ese pueblo?
En El Utilitarismo , Stuart Mill comienza por responder a dos formas erradas de concebir el utilitarismo; la primera ve la utilidad como opuesta al placer, y Mill argumenta que desde Epicuro hasta Bentham la utilidad, se ha entendido como no opuesta al placer sino que lo útil significa agradable y placentero, entre otras cosas; y ante aquellos que afirman que, suponer que la vida no tiene un fin más elevado que el placer es defender una filosofía del cerdo, responde argumentando que los que presentan a la naturaleza humana bajo el aspecto degradante no son los utilitaristas sino sus acusadores, puesto que la acusación implica creer que los humanos no son capaces de otros placeres diferentes de los de un cerdo; y esto no es así. Los utilitaristas han sido también considerados hedonistas por el hecho de identificar el placer con el bien, pero hay que resaltar que ellos no subordinan ese placer al individuo sino a la sociedad, ya que, en su óptica el bien moral es provocar la mayor cantidad de placer para el mayor número de personas.
Para Mill los placeres pueden jerarquizarse en superiores, relacionados con las características intelectuales y espirituales; e inferiores, relacionados con las características sensuales y físicas. El hombre es capaz de placeres más elevados, y en este punto plantea que el desarrollo y ejercicio de las facultades superiores son pre-requisito para experimentar placeres superiores, siendo desarrolladas estas facultades a través del ejercicio de la virtud. Cuando el hombre es capaz de experimentar placeres superiores ya no se conforma con saciar su lado animal. Frente al hecho de que a veces que a veces, incluso aquel que ha desarrollado sus facultades superiores, opta por placeres inferiores; Mill responde que esta conducta se debe a una debilidad de carácter, puesto que deciden por el bien más próximo, enterados de que les generará menos placer.
La jerarquización de los placeres solo puede ser realizada por los jueces competentes. En determinada situación, un juez competente es aquel que habiendo experimentado dos placeres, está capacitado para hacer un balance entre ambos y determinar cuál de ellos es el más valioso. Es importante remarcar que una persona al llevar a cabo un cálculo de los placeres debe de tener en cuenta a los demás como parte de su mundo.
Mill coloca a la libertad como un condicionante de la felicidad, puesto que cree que el valor de la vida está en haberla elegido; sin embargo, plantea que se puede ejercer cierto poder en una persona en contra de su voluntad, si es que con esto se puede evitar que perjudique a otras personas.
La felicidad dibujada por Stuart Mill no es sinónimo de placer; es un conjunto complejo de elementos entre los cuáles la virtud es muy importante, la libertad, el autorrespeto, la autonomía personal son algunos ingredientes más; Mill plantea que estos ingredientes no se derivan de la felicidad sino que son la felicidad. La adquisición de la virtud además, exige una búsqueda desinteresada de la misma, y una asociación con el placer que la convierta en el medio más eficaz para alcanzar la felicidad.
Comentario:
Es interesante como Mill concede un rol importante a la educación, ya que sería ella la encargada de inculcar a las personas de tal manera que identifiquen el bien de la sociedad como su propio bien, el placer de otras personas como el suyo. Cabe criticar el hecho de que coloca a los humanos solo como una estadística y mutila parte de la dimensión humana de las personas.
Mill afirma que se puede ejercer fuerza en una persona contra su voluntad para que haga o deje de hacer algo, si con esto se garantiza el bienestar de más personas; sin embargo hay que tomar en cuenta también la clase de personas a las que beneficiaría; por ejemplo, si la muerte de un pueblo es beneficiosa económicamente para una ciudad e incluso el matarlos resulta placentero ¿se debe de matar a ese pueblo?
Ficha: John Rawls – "Liberalismo Político" [Resumen y Comentario]
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Filosofía
Resumen
En el liberalismo político Rawls pone en manifiesto las diferencias que existen entre las personas y las comunidades, entre doctrinas e ideologías y postula que sí es posible que exista un sistema de justicia en base a cuatro planteamientos, el primero señala dos principios a cumplir: el primero que señala que debe darse una estructuración de derechos básicos para todos, y el segundo, el principio de las diferencias, que garantizas que en caso de desigualdad los menos privilegiados serán beneficiados.
El segundo planteamiento señala que la importancia de instituciones que garanticen la cooperación social. El tercer planteamiento señala que la cooperación justa debe parecer beneficiosa para cada uno de sus participantes. El cuarto planteamiento es la referida a la posición original, que únicamente se logra usando la estrategia del velo de la ignorancia, la cuál hace un lado los intereses personales.
Comentario
Rawls no me ha gustado porque me ha parecido muy aburrido, en el texto que hemos leído he sentido que da muchas vueltas en lo mismo. La estrategia del velo de la ignorancia no puede ser débanle a mi parecer porque las personas son demasiado egoístas y colocarse en el velo de la ignorancia para muchos es una cosa sobrenatural, además en algunas personas sus creencias están tan arraigadas que esto se hace complicado.
En el liberalismo político Rawls pone en manifiesto las diferencias que existen entre las personas y las comunidades, entre doctrinas e ideologías y postula que sí es posible que exista un sistema de justicia en base a cuatro planteamientos, el primero señala dos principios a cumplir: el primero que señala que debe darse una estructuración de derechos básicos para todos, y el segundo, el principio de las diferencias, que garantizas que en caso de desigualdad los menos privilegiados serán beneficiados.
El segundo planteamiento señala que la importancia de instituciones que garanticen la cooperación social. El tercer planteamiento señala que la cooperación justa debe parecer beneficiosa para cada uno de sus participantes. El cuarto planteamiento es la referida a la posición original, que únicamente se logra usando la estrategia del velo de la ignorancia, la cuál hace un lado los intereses personales.
Comentario
Rawls no me ha gustado porque me ha parecido muy aburrido, en el texto que hemos leído he sentido que da muchas vueltas en lo mismo. La estrategia del velo de la ignorancia no puede ser débanle a mi parecer porque las personas son demasiado egoístas y colocarse en el velo de la ignorancia para muchos es una cosa sobrenatural, además en algunas personas sus creencias están tan arraigadas que esto se hace complicado.
jueves, diciembre 10, 2009
Ficha: Inmanuel Kant - "Crítica de la Razón Práctica" [Resumen y Comentario]
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Filosofía
Resumen:
Kant impone límites al poder de la razón, ya que según él solo captamos el fenómeno de las cosas, más todas las cosas contienen una estructura no perceptible por la razón llamada “noúmeno”; luego entonces, de conocer las fronteras de la razón en su aspecto teórico, comienza el estudio de los poderes de la razón en su aspecto practico en su libro titulado: “crítica de la razón práctica”. Ahora Kant plantea que la razón no solo es solo una facultad del conocimiento, sino que también regula nuestras acciones dado la existencia de un elemento a priori, que es la voluntad para cumplir el deber.
Dado que Kant plantea que la razón pura contiene un motivo práctico, que es determinante de la voluntad, hay que entender qué es lo que hace que esto sea posible.
En primer punto, Kant plantea que existen principios prácticos; subjetivos, cuando responden a la voluntad racional de solo una persona y objetivos o leyes prácticas, cuando obedecen a la voluntad racional de todas las personas; esta última nos dice Kant, está ligada al campo de la moral. Los principios prácticos subjetivos son solo principios y los principios prácticos objetivos, son imperativos, y en este sentido, los divide en dos: hipotéticos, cuando son medios para un fin que puede ser posible o real y no sirven por sí solos para la determinación de la voluntad; y categóricos, cuando el fin es real y determinan la facultad desiderativa de manera inmediata. Un ejemplo de imperativo categórico es: “obra según una máxima que sea susceptible de convertirse en una ley universal”; éste es el imperativo sobre el cuál descansa la conducta moral.
Es importante destacar que para Kant la acción en sí misma no debe de ser tan importante como la causa de la acción, es por esto que analiza a fondo los principios por los cuáles la acción es provocada.
Las máximas figuran bajo el principio universal de la propia felicidad, para Kant un hombre que actúe moralmente bajo las leyes prácticas objetivas, puede ser un hombre “bueno” pero no necesariamente feliz o infeliz. El conocimiento de la felicidad descansa en meros datos materiales de la experiencia y sentirse feliz o no, es algo que responde a cosas muy subjetivas; por consiguiente, la ley moral tiene que ser algo distinto al principio de la propia felicidad
En la “Crítica de la razón práctica” Kant postula que el bien supremo pertenece al mundo de la moral como meta de sus anhelos y para alcanzarlo la razón tiene formular tres principios: libertad, inmortalidad del alma y Dios. Mediante estos postulados las ideas de la razón pura, a partir de la ley moral, se transforman en realidades objetivas aunque no sea demostrable que su concepto sea correspondiente con un objeto. Hay que resaltar que la felicidad está presente como el fin del proceso que conduce al bien supremo; la moral pues, nos prepara para llegar a la felicidad; sin embargo, hay que tener en cuenta que el ser humano debe de actuar para hacerse digno se la felicidad, pero no aspirar a ella; es decir, debe de comportarse moralmente no por anhelo de la felicidad que está como fin del proceso que conduce al bien supremo, sino por el deber mismo hacia las leyes morales.
Comentario:
Me parece interesante el hecho de que Kant, a pesar de otorgarle un valor importantísimo, no niegue que el hombre no es un ser puramente racional sino que tiene emociones que influyen en sus determinaciones. Es interesante también el hecho de que Kant vea a la felicidad como algo subjetivo.
Es brillante el hecho de que Kant plantee que su crítica de la razón, tanto práctica como teórica es llevada a cabo por la misma razón; es decir, que la razón se auto examina; y esto es obvio puesto que la única capaz de analizar algo racionalmente, es precisamente la razón. El intento de Kant de buscar principios universales es destacable, sin embargo, el hecho de que estos principios no aparezcan con claridad causa que su planteamiento no me termine de convencer.
Me parece que Kant, en su planteamiento, no toma en cuenta el grado de imbecilidad, masoquismo y absurdo que el ser humano puede alcanzar en determinadas situaciones.
Kant impone límites al poder de la razón, ya que según él solo captamos el fenómeno de las cosas, más todas las cosas contienen una estructura no perceptible por la razón llamada “noúmeno”; luego entonces, de conocer las fronteras de la razón en su aspecto teórico, comienza el estudio de los poderes de la razón en su aspecto practico en su libro titulado: “crítica de la razón práctica”. Ahora Kant plantea que la razón no solo es solo una facultad del conocimiento, sino que también regula nuestras acciones dado la existencia de un elemento a priori, que es la voluntad para cumplir el deber.
Dado que Kant plantea que la razón pura contiene un motivo práctico, que es determinante de la voluntad, hay que entender qué es lo que hace que esto sea posible.
En primer punto, Kant plantea que existen principios prácticos; subjetivos, cuando responden a la voluntad racional de solo una persona y objetivos o leyes prácticas, cuando obedecen a la voluntad racional de todas las personas; esta última nos dice Kant, está ligada al campo de la moral. Los principios prácticos subjetivos son solo principios y los principios prácticos objetivos, son imperativos, y en este sentido, los divide en dos: hipotéticos, cuando son medios para un fin que puede ser posible o real y no sirven por sí solos para la determinación de la voluntad; y categóricos, cuando el fin es real y determinan la facultad desiderativa de manera inmediata. Un ejemplo de imperativo categórico es: “obra según una máxima que sea susceptible de convertirse en una ley universal”; éste es el imperativo sobre el cuál descansa la conducta moral.
Es importante destacar que para Kant la acción en sí misma no debe de ser tan importante como la causa de la acción, es por esto que analiza a fondo los principios por los cuáles la acción es provocada.
Las máximas figuran bajo el principio universal de la propia felicidad, para Kant un hombre que actúe moralmente bajo las leyes prácticas objetivas, puede ser un hombre “bueno” pero no necesariamente feliz o infeliz. El conocimiento de la felicidad descansa en meros datos materiales de la experiencia y sentirse feliz o no, es algo que responde a cosas muy subjetivas; por consiguiente, la ley moral tiene que ser algo distinto al principio de la propia felicidad
En la “Crítica de la razón práctica” Kant postula que el bien supremo pertenece al mundo de la moral como meta de sus anhelos y para alcanzarlo la razón tiene formular tres principios: libertad, inmortalidad del alma y Dios. Mediante estos postulados las ideas de la razón pura, a partir de la ley moral, se transforman en realidades objetivas aunque no sea demostrable que su concepto sea correspondiente con un objeto. Hay que resaltar que la felicidad está presente como el fin del proceso que conduce al bien supremo; la moral pues, nos prepara para llegar a la felicidad; sin embargo, hay que tener en cuenta que el ser humano debe de actuar para hacerse digno se la felicidad, pero no aspirar a ella; es decir, debe de comportarse moralmente no por anhelo de la felicidad que está como fin del proceso que conduce al bien supremo, sino por el deber mismo hacia las leyes morales.
Comentario:
Me parece interesante el hecho de que Kant, a pesar de otorgarle un valor importantísimo, no niegue que el hombre no es un ser puramente racional sino que tiene emociones que influyen en sus determinaciones. Es interesante también el hecho de que Kant vea a la felicidad como algo subjetivo.
Es brillante el hecho de que Kant plantee que su crítica de la razón, tanto práctica como teórica es llevada a cabo por la misma razón; es decir, que la razón se auto examina; y esto es obvio puesto que la única capaz de analizar algo racionalmente, es precisamente la razón. El intento de Kant de buscar principios universales es destacable, sin embargo, el hecho de que estos principios no aparezcan con claridad causa que su planteamiento no me termine de convencer.
Me parece que Kant, en su planteamiento, no toma en cuenta el grado de imbecilidad, masoquismo y absurdo que el ser humano puede alcanzar en determinadas situaciones.
Un análisis sobre Meursault
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Literatura
El personaje principal de la obra “el extranjero” de Albert Camus, sin duda es uno de los personajes que más me han atraído del mundo de la literatura, tal vez en cierta medida porque me siento, en parte, identificado con él.
Meursault pues, posee una forma de ser que es contraria al comportamiento “correcto” que estipula la sociedad absurda que lo envuelve; el personaje de la obra de Camus está en medio de un sistema que le es ajeno, que actúa de manera absurda y exige a los sujetos que vivan al margen de estas reglas ridículas que no toman en consideración la verdadera dimensión del ser humano.
Meursault no es una persona en lo absoluto incapacitada para sentir, durante el desarrollo de la obra da muestras emotivas que niegan que sea un ser desprovisto de sentimientos “por primera vez desde hacía muchos años tuve un estúpido deseo de llorar porque sentí cuánto me detestaba la gente”, “…cierta hora en la que ocurríame sentirme feliz”; es claro que los sentimientos de Meursault, su modo de sentir, posee un carácter extranjero frente a la mirada de las personas que lo rodean, es esta incompatibilidad e incomprensión, lo que puede causar que se lo juzgue como un ser carente de emociones.
Meursault tampoco es ajeno al mundo de los placeres, es decir, que no es un ser en lo absoluto, incapacitado para el goce placentero. Las relaciones que establece con otras personas tienen en cierta medida un tinte de conveniencia, por ejemplo, la relación que mantiene con María, la mantiene porque le genera placer, es claro que no ama a María, pero que ama el placer que ésta le genera; extraña el goce sexual que ella le brinda. Meursault disfruta de placeres diversos, y su vida gira, en cierta medida en torno a ellos; para comprobar esto basta con leer el siguiente extracto de la obra “Después volví a casa, dormí un poco porque había bebido demasiado vino y, al despertarme, tuve ganas de fumar. Iba retrasado y corrí para subirme a un tranvía. Trabajé hasta la tarde. Hacía mucho calor en la oficina, y cuando salí, al atardecer, gocé viniendo lentamente a lo largo de los muelles. El cielo era verde y me sentía contento. Con todo, volví directamente a casa porque quería hacerme patatas cocidas”. En el extracto se aprecia una persona que actúa conforme al placer, así, bebe en exceso, fuma, goza al caminar hacia su casa y al momento de contemplar la naturaleza. El comportamiento de Meursault entonces, está dotado de unos sentimientos que se mueven con un carácter extranjero y de una sensibilidad por los placeres bastante alta.
Muchas de las acciones de Meursault están pues, como ya vimos, vinculadas a un cálculo placentero, este cálculo dentro de su conducta puede pasar desapercibido y entenderse a Meursault como un sujeto cuyo actuar no obedece a su constitución humana, es decir, que su actuar no se rige por cuestiones que normalmente influyen en el actuar de una persona, como por ejemplo, sentimientos, placeres, etc; entonces, si Meursault posee sentimientos y disfruta de placeres, y que con esto, no es indiferente de los más básicos requisitos para no ser considerado un robot o un extraterrestre; ¿qué es
lo que lo convierte en un extranjero?; la respuesta es obvia: sus sentimientos como su cálculo para el placer, no son concebidos como naturales y adecuados por la sociedad que lo observa. Extranjero de las costumbres, de sentimientos (sus sentimientos son también extranjeros), rechazado por colocar muchas veces al placer como un fin; Meursault vivirá, y será condenado.
La muerte entonces, llega como una condena que ejerce la sociedad ante un monstruo, que genera repulsión y susto. Meursault no se arrepiente de ser como es, y no habría porqué hacerlo, y como vimos, tampoco está en capacidad de hacerlo, puesto que para arrepentirse tendría que sintonizar con un modo de ser que él no comparte.
Al final, cercano a su muerte, hace memoria de su vida y no niega el hecho de haber sido feliz: “(… )sentí que había sido feliz y que lo era todavía”. Meursault entonces es feliz, pero la felicidad que posee no obedece a dogmas religiosos, ni a la realización de ciertas conductas impuestas por la sociedad, ni a un deber ante ella. La felicidad de Meursault se halla en la corroboración de su propia existencia, saberse existente y vivir esa conciencia de ser es lo que le importa, y lo demás no tiene más relevancia que eso. “(…)ninguna de sus certidumbres valía más que un cabello de mujer (…) yo parecía tener las manos vacías. Pero yo estaba seguro de mí, seguro de todo, más seguro que él, seguro de mi vida y de esa muerte que iba a llegar”.
Meursault a fin de cuentas es un mártir que critica el estúpido e inviable camino que impone la sociedad, las reglas que ésta estipula y que no atañen al hombre, que no consideran su dimensión humana y que por consiguiente lo desnaturalizan. La muerte de Meursault es como la crucifixión de Jesucristo, una muerte, en medio de miradas de odio que no comprenden verdaderamente la situación absurda que los envuelve.
El hecho de que la historia de Camus nos remueva hasta el día de hoy es debido a que el padecimiento de Meursault es sin duda el padecimiento de muchas de las personas que habitamos este mundo, y su búsqueda, es una búsqueda que también es reconocida como tal por muchos. La mirada de Albert Camus por medio de la mirada de Meursault es la mirada de un modo de ser occidental que pierde sentido y se distorsiona conforme el tiempo avanza.
Finalmente, habiendo analizando al personaje de Albert Camus, se descubre que lo que debe de ser verdaderamente repudiado es el sistema social, que no permite vivirse como humano, y que genera en éste un sentido de no-pertenecia y provoca que su vida no tenga más sentido que su propio ser y la conciencia de éste.
Meursault pues, posee una forma de ser que es contraria al comportamiento “correcto” que estipula la sociedad absurda que lo envuelve; el personaje de la obra de Camus está en medio de un sistema que le es ajeno, que actúa de manera absurda y exige a los sujetos que vivan al margen de estas reglas ridículas que no toman en consideración la verdadera dimensión del ser humano.
Meursault no es una persona en lo absoluto incapacitada para sentir, durante el desarrollo de la obra da muestras emotivas que niegan que sea un ser desprovisto de sentimientos “por primera vez desde hacía muchos años tuve un estúpido deseo de llorar porque sentí cuánto me detestaba la gente”, “…cierta hora en la que ocurríame sentirme feliz”; es claro que los sentimientos de Meursault, su modo de sentir, posee un carácter extranjero frente a la mirada de las personas que lo rodean, es esta incompatibilidad e incomprensión, lo que puede causar que se lo juzgue como un ser carente de emociones.
Meursault tampoco es ajeno al mundo de los placeres, es decir, que no es un ser en lo absoluto, incapacitado para el goce placentero. Las relaciones que establece con otras personas tienen en cierta medida un tinte de conveniencia, por ejemplo, la relación que mantiene con María, la mantiene porque le genera placer, es claro que no ama a María, pero que ama el placer que ésta le genera; extraña el goce sexual que ella le brinda. Meursault disfruta de placeres diversos, y su vida gira, en cierta medida en torno a ellos; para comprobar esto basta con leer el siguiente extracto de la obra “Después volví a casa, dormí un poco porque había bebido demasiado vino y, al despertarme, tuve ganas de fumar. Iba retrasado y corrí para subirme a un tranvía. Trabajé hasta la tarde. Hacía mucho calor en la oficina, y cuando salí, al atardecer, gocé viniendo lentamente a lo largo de los muelles. El cielo era verde y me sentía contento. Con todo, volví directamente a casa porque quería hacerme patatas cocidas”. En el extracto se aprecia una persona que actúa conforme al placer, así, bebe en exceso, fuma, goza al caminar hacia su casa y al momento de contemplar la naturaleza. El comportamiento de Meursault entonces, está dotado de unos sentimientos que se mueven con un carácter extranjero y de una sensibilidad por los placeres bastante alta.
Muchas de las acciones de Meursault están pues, como ya vimos, vinculadas a un cálculo placentero, este cálculo dentro de su conducta puede pasar desapercibido y entenderse a Meursault como un sujeto cuyo actuar no obedece a su constitución humana, es decir, que su actuar no se rige por cuestiones que normalmente influyen en el actuar de una persona, como por ejemplo, sentimientos, placeres, etc; entonces, si Meursault posee sentimientos y disfruta de placeres, y que con esto, no es indiferente de los más básicos requisitos para no ser considerado un robot o un extraterrestre; ¿qué es
lo que lo convierte en un extranjero?; la respuesta es obvia: sus sentimientos como su cálculo para el placer, no son concebidos como naturales y adecuados por la sociedad que lo observa. Extranjero de las costumbres, de sentimientos (sus sentimientos son también extranjeros), rechazado por colocar muchas veces al placer como un fin; Meursault vivirá, y será condenado.
La muerte entonces, llega como una condena que ejerce la sociedad ante un monstruo, que genera repulsión y susto. Meursault no se arrepiente de ser como es, y no habría porqué hacerlo, y como vimos, tampoco está en capacidad de hacerlo, puesto que para arrepentirse tendría que sintonizar con un modo de ser que él no comparte.
Al final, cercano a su muerte, hace memoria de su vida y no niega el hecho de haber sido feliz: “(… )sentí que había sido feliz y que lo era todavía”. Meursault entonces es feliz, pero la felicidad que posee no obedece a dogmas religiosos, ni a la realización de ciertas conductas impuestas por la sociedad, ni a un deber ante ella. La felicidad de Meursault se halla en la corroboración de su propia existencia, saberse existente y vivir esa conciencia de ser es lo que le importa, y lo demás no tiene más relevancia que eso. “(…)ninguna de sus certidumbres valía más que un cabello de mujer (…) yo parecía tener las manos vacías. Pero yo estaba seguro de mí, seguro de todo, más seguro que él, seguro de mi vida y de esa muerte que iba a llegar”.
Meursault a fin de cuentas es un mártir que critica el estúpido e inviable camino que impone la sociedad, las reglas que ésta estipula y que no atañen al hombre, que no consideran su dimensión humana y que por consiguiente lo desnaturalizan. La muerte de Meursault es como la crucifixión de Jesucristo, una muerte, en medio de miradas de odio que no comprenden verdaderamente la situación absurda que los envuelve.
El hecho de que la historia de Camus nos remueva hasta el día de hoy es debido a que el padecimiento de Meursault es sin duda el padecimiento de muchas de las personas que habitamos este mundo, y su búsqueda, es una búsqueda que también es reconocida como tal por muchos. La mirada de Albert Camus por medio de la mirada de Meursault es la mirada de un modo de ser occidental que pierde sentido y se distorsiona conforme el tiempo avanza.
Finalmente, habiendo analizando al personaje de Albert Camus, se descubre que lo que debe de ser verdaderamente repudiado es el sistema social, que no permite vivirse como humano, y que genera en éste un sentido de no-pertenecia y provoca que su vida no tenga más sentido que su propio ser y la conciencia de éste.
miércoles, diciembre 09, 2009
Educación como base del desarrollo de la sociedad
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Educación
El presente ensayo, tiene como objetivo el demostrar que la actividad educativa es base del desarrollo del ser humano y de su sociedad, y que esto se logra por medio de una pedagogía correcta.
En primer punto, se entiende a la educación, como la acción de instruir o criar a las personas de manera tal que alcancen un desarrollo; y en segundo punto, es a través de la educación que se obtienen conocimientos, los cuales se procesan y se utilizan para lograr ciertos objetivos. Ahora, el ser humano, que es un ser por naturaleza social, puesto que es claro que alcanza su desarrollo gracias a la interacción con otros seres humanos; crea, mantiene y perfecciona el modelo de su sociedad usando como herramienta a la educación. Es ésta la herramienta apropiada, puesto que por medio de ella, se puede crear un ambiente de diálogo, y desarrollo de capacidades, que permitan un trabajo más eficaz hacia la mejora de la sociedad.
Entendido entonces que la vida social es fundamental en el desarrollo del ser humano, y que por medio de la educación el desarrollo de la sociedad es posible, cabe preguntarse qué es lo que hace que los procesos educativos puedan ser más eficaces para la consolidación de una sociedad. La pedagogía pues, es el arte o la ciencia de educar, y es entonces, mediante un correcto método pedagógico por los que la educación alcanza un mayor grado de eficiencia.
Por medio entonces de una buena pedagogía, se puede formar una sociedad mejor, y haciendo esto, se puede formar una persona mejor, ya que el ser humano es un ser social que alcanza su clímax en sociedad; pero, ¿a qué llamamos una buena pedagogía?; un buen sistema pedagógico sería aquel que potencie el desarrollo de habilidades y capacidades en pos de una evolución de los individuos y de la sociedad en la que estos viven; es así que se debe tomar importancia al desarrollo del juicio crítico, y en general a la manera correcta de procesar la información, conocimientos adquiridos, y emplearlos en la vida cotidiana.
Siendo la educación la base del desarrollo personal y social, ésta debe de ser tomada como algo positivo, y las escuelas deben de ser motivadoras, deben de ofrecer un sistema pedagógico que haga comprender al alumno que la educación es importantísima para su desarrollo, y éste, debe de estudiar con ánimo, por lo que la escuela debe de ser un ambiente agradable, y los docentes deben de ser empáticos y de mente abierta; un claro ejemplo de esto es el profesor que continuamente conversa con sus alumnos, que está atento a su desarrollo, que toma en cuenta que cada alumno es diferente y posee habilidades distintas a los demás, que continuamente está innovando en su manera de enseñar, incluyendo por ejemplo la tecnología en sus clases; el profesor que realice estas dos cosas demostrará que es poseedor de una auténtica vocación.
Debe de existir un compromiso con la sociedad y con uno mismo, es decir, que el progreso social debe de tomarse por parte, tanto del alumno como del profesor, como un logro personal; las actividades trazadas deben de contemplar la realidad que se vive, por ejemplo, si se vive en un lugar de escasos recursos, esto se debe tomar en cuenta al momento de enseñar, y los alumnos deben de conocer su situación para de esta manera proponer soluciones a las carencias de su entorno, si en el ambiente en que viven hay mucha contaminación, pues se puede proponer actividades que tengan como objetivo concientizar a las personas de la importancia del medio ambiente, como por ejemplo pequeños concursos, recitales de poesía, o la creación de un biohuerto, etc.
Hay que entender entonces que la sociedad es inseparable de la educación, y en este sentido, desde que somos niños y se nos lleva a un jardín para desarrollar nuestras capacidades, se nos está ayudando a relacionarnos con el entorno y con las demás personas, se nos está enseñando un correcto comportamiento civil, para ser unos ciudadanos que aporten al progreso de su sociedad. Es importante resaltar que la educación empieza desde que un ser humano tiene capacidad de aprender, y hay que comprender también, que hay operaciones que uno debe de ejercitar a cierta edad, puesto que si no lo hace durante ese tiempo, más adelante le será más complicado aprenderlas. Para formar a una persona y hacer que ésta se desarrolle individual y socialmente por medio de una correcta educación, ésta educación debe de tomar en cuenta que existen etapas de aprendizaje, y que cada alumno posee un ritmo de trabajo y unas capacidades singulares.
En conclusión, la educación es la base del desarrollo personal y social, ya que el ser humano es un ser social; y siendo de este modo, la pedagogía debe de servir para hacer la educación más eficaz, tomando en cuenta la singularidad del alumno, la formación del docente ideal (empático y de mente abierta), un clima de estudio adecuado, las etapas de aprendizaje, la realidad social, etc.
En primer punto, se entiende a la educación, como la acción de instruir o criar a las personas de manera tal que alcancen un desarrollo; y en segundo punto, es a través de la educación que se obtienen conocimientos, los cuales se procesan y se utilizan para lograr ciertos objetivos. Ahora, el ser humano, que es un ser por naturaleza social, puesto que es claro que alcanza su desarrollo gracias a la interacción con otros seres humanos; crea, mantiene y perfecciona el modelo de su sociedad usando como herramienta a la educación. Es ésta la herramienta apropiada, puesto que por medio de ella, se puede crear un ambiente de diálogo, y desarrollo de capacidades, que permitan un trabajo más eficaz hacia la mejora de la sociedad.
Entendido entonces que la vida social es fundamental en el desarrollo del ser humano, y que por medio de la educación el desarrollo de la sociedad es posible, cabe preguntarse qué es lo que hace que los procesos educativos puedan ser más eficaces para la consolidación de una sociedad. La pedagogía pues, es el arte o la ciencia de educar, y es entonces, mediante un correcto método pedagógico por los que la educación alcanza un mayor grado de eficiencia.
Por medio entonces de una buena pedagogía, se puede formar una sociedad mejor, y haciendo esto, se puede formar una persona mejor, ya que el ser humano es un ser social que alcanza su clímax en sociedad; pero, ¿a qué llamamos una buena pedagogía?; un buen sistema pedagógico sería aquel que potencie el desarrollo de habilidades y capacidades en pos de una evolución de los individuos y de la sociedad en la que estos viven; es así que se debe tomar importancia al desarrollo del juicio crítico, y en general a la manera correcta de procesar la información, conocimientos adquiridos, y emplearlos en la vida cotidiana.
Siendo la educación la base del desarrollo personal y social, ésta debe de ser tomada como algo positivo, y las escuelas deben de ser motivadoras, deben de ofrecer un sistema pedagógico que haga comprender al alumno que la educación es importantísima para su desarrollo, y éste, debe de estudiar con ánimo, por lo que la escuela debe de ser un ambiente agradable, y los docentes deben de ser empáticos y de mente abierta; un claro ejemplo de esto es el profesor que continuamente conversa con sus alumnos, que está atento a su desarrollo, que toma en cuenta que cada alumno es diferente y posee habilidades distintas a los demás, que continuamente está innovando en su manera de enseñar, incluyendo por ejemplo la tecnología en sus clases; el profesor que realice estas dos cosas demostrará que es poseedor de una auténtica vocación.
Debe de existir un compromiso con la sociedad y con uno mismo, es decir, que el progreso social debe de tomarse por parte, tanto del alumno como del profesor, como un logro personal; las actividades trazadas deben de contemplar la realidad que se vive, por ejemplo, si se vive en un lugar de escasos recursos, esto se debe tomar en cuenta al momento de enseñar, y los alumnos deben de conocer su situación para de esta manera proponer soluciones a las carencias de su entorno, si en el ambiente en que viven hay mucha contaminación, pues se puede proponer actividades que tengan como objetivo concientizar a las personas de la importancia del medio ambiente, como por ejemplo pequeños concursos, recitales de poesía, o la creación de un biohuerto, etc.
Hay que entender entonces que la sociedad es inseparable de la educación, y en este sentido, desde que somos niños y se nos lleva a un jardín para desarrollar nuestras capacidades, se nos está ayudando a relacionarnos con el entorno y con las demás personas, se nos está enseñando un correcto comportamiento civil, para ser unos ciudadanos que aporten al progreso de su sociedad. Es importante resaltar que la educación empieza desde que un ser humano tiene capacidad de aprender, y hay que comprender también, que hay operaciones que uno debe de ejercitar a cierta edad, puesto que si no lo hace durante ese tiempo, más adelante le será más complicado aprenderlas. Para formar a una persona y hacer que ésta se desarrolle individual y socialmente por medio de una correcta educación, ésta educación debe de tomar en cuenta que existen etapas de aprendizaje, y que cada alumno posee un ritmo de trabajo y unas capacidades singulares.
En conclusión, la educación es la base del desarrollo personal y social, ya que el ser humano es un ser social; y siendo de este modo, la pedagogía debe de servir para hacer la educación más eficaz, tomando en cuenta la singularidad del alumno, la formación del docente ideal (empático y de mente abierta), un clima de estudio adecuado, las etapas de aprendizaje, la realidad social, etc.
Reflexión sobre el docente del siglo XXI
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Educación
El profesor que se necesita ahora debe tener ciertas características que lo hagan apto para la enseñanza. En primer punto el hecho de generar empatía con los alumnos, en segundo lugar, estar abierto a cambios constantes, sobretodo en su metodología de enseñanza, de modo que se actualice constantemente en pro de una enseñanza de mejor calidad, en tercer punto, el docente debe de saber utilizar las herramientas que le proporciona la tecnología, de forma adecuada, no abusando de ellas; en cuarto punto debe de promover en los alumnos el empleo de la retención de datos y el análisis crítico de los mismos de forma balanceada, el docente no debe dejar que sus problemas personales afecten su desempeño como educador; y finalmente el docente debe de ser conciente que su labor es educar para la sociedad, por lo que su enseñanza no debe estar desvinculada de la realidad social que envuelve a sus alumnos.
Ciudadanía como tema transversal
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Educación,
Filosofía
Investigadores: Claudia Córdova - José Ricardo García
Índice
Introducción
Capítulo I: Conceptualización
1.1. Concepto de ciudadanía.
Capítulo II: La ciudadanía como tema transversal.
2.1. ¿Por qué la ciudadanía se presenta como un tema transversal?
2.2. La interculturalidad.
Conclusiones
Introducción
El presente trabajo tiene por objetivo el analizar la relación que existe entre el tema de ciudadanía y la educación. Es importante conocer el vínculo que existe entrambos, ya que creemos que esto permitirá una mayor comprensión de nuestra realidad, así como los cambios que se han dado en los últimos años dentro del plano educativo, conocimiento fundamental para un mayor entendimiento de esta nuestra sociedad.
El estudio concienzudo de la ciudadanía como tema transversal es bastante reciente, nacido luego del fenómeno de la globalización y del problema de la interculturalidad surgido del mismo.
Presentamos por lo tanto, esta pequeña investigación, con la esperanza de brindar ciertas luces sobre cómo la ciudadanía como tema transversal en la educación, debe ayudar a construir una sociedad apropiada a nuestro tiempo, que pueda convivir con otras en paz y continuo diálogo.
Capítulo I: Conceptualización
“El hombre nace libre, responsable y sin excusas”
-Jean Paul Sartre-
El objetivo de este capítulo es el de definir el término de ciudadanía, ya que se utilizará de manera recurrente en el segundo capítulo y, por lo tanto, permitirá una mejor comprensión del tema de esta investigación. Además, analizaremos qué es lo que convierte a la ciudadanía en un tema imprescindible dentro del plano educativo.
1.1. Concepto de ciudadanía
Para tener una idea más amplia y real de dicho concepto, se cree necesario presentar primero una definición general, para luego, irse concentrando en ciertas particularidades.
“La ciudadanía es un producto cultural, ideado por las personas, que es preciso conservar.” (Gómez 2007:58).
Aunque este concepto puede tener varias definiciones, se cree que la principal es aquella que alude a la condición de libertad de las personas que conforman una sociedad, las cuales están sujetas a una serie de derechos y deberes regulados por leyes que son promulgadas por instituciones específicas, que a su vez, velan por su cumplimiento (Cfr. Gómez 2007:58).
Ahora, el concepto de ciudadanía varía de acuerdo a la sociedad que la formula, ya que debe responder a necesidades distintas. Es por esto que se dice que dicho concepto es un producto meramente cultural, cambiante y frágil (Cfr. Gómez 2007:58). Así, se puede entender que la ciudadanía es un concepto que está sujeto a una constante reconstrucción.
Por lo tanto, ser parte de una sociedad implica ser ciudadano de la misma, lo cual quiere decir, que se responde y se aceptan las regulaciones que esta sociedad propone. Esta manera de comportarse es lo que en esta investigación entendemos como “comportamiento civil”. Un ejemplo gráfico de este comportamiento es el que se ve en la comunidad de los pitufos, dibujos animados creados por Pierre Culliford. En esta serie animada podemos apreciar como todos los integrantes de una sociedad se sienten identificados con ella y el progreso de esta, cumpliendo un rol específico y ejerciendo su libre opinión en la toma de decisiones comunitarias. El lector podría preguntarse por el motivo de elegir un ejemplo de este tipo y por eso aclaramos que es por fines didácticos.
De esta manera, la ciudadanía es un proceso de interiorización de un número de valores y normas y, por lo tanto, posee una dimensión moral, una de las principales tareas de la educación (Cfr. Pérez 2005:7).
Por otro lado, es necesario que la ciudadanía intente preservar la democracia, puesto que es a través de ella por la que los integrantes de una sociedad pueden exigir el cumplimiento de sus derechos y alcanzar un progreso tanto individual como comunitario.
“(…) la educación para la ciudadanía se conforma como una herramienta para el desarrollo de la competencia social y ciudadana, con el objetivo de ayudar al alumnado a actuar con criterio propio y contribuir a la construcción de la paz” (Diéz 2007: 56)
Tomando en cuenta esto, es evidente la importancia de enseñar en la escuela, un correcto comportamiento civil, a la vez que se cultiva un sentimiento de pertenencia frente al territorio que se habita, ya que sólo a través de esta identificación el individuo se sentirá protagonista de la buena construcción de su sociedad.
Si bien es cierto que el comportamiento cívico sufre ciertas variaciones, al igual que el concepto de ciudadanía, en la medida que responde a las necesidades específicas de diversas sociedades, goza de ciertas regulaciones que obedecen a bienes universales. El mejor ejemplo que encontramos de esto, es que en todas las sociedades se exige un comportamiento que refleje una alta valoración de la vida propia y la de los demás.
Esta investigación postula la existencia de dos tipos de ciudadanía: la primera, a nivel de comunidad, la cual ya fue explicada anteriormente; la segunda, a nivel mundial. Somos ciudadanos de una comunidad específica, pero también somos ciudadanos del mundo.
Todas las comunidades responden a ciertos bienes universales, y estos bienes en común hacen posible la existencia y preservación de las distintas sociedades, pues esto permite que las comunidades puedan comunicarse entre sí, que no sean totalmente incomprensibles o incompatibles entre ellas. Un ejemplo de estos bienes sería la valoración de la vida.
Por consiguiente, se encuentra que es sumamente importante enseñar que todas las sociedades tienen un punto en común, que no somos tan extraños entre nosotros, y que podemos concebir y buscar un progreso no sólo a nivel de comunidad, sino a nivel global.
Capítulo II: La ciudadanía como tema transversal
“Yo soy libre solamente en la medida en que
reconozco la humanidad y respeto la libertad
de todos los hombres que me rodean”
-Mijail Bakunin-
El presente capítulo tiene como objetivo definir qué entendemos por transversalidad. En segunda instancia, analizar la verdadera relación que existe entre la ciudadanía y la educación, o por lo menos, intentar una aproximación a dicha relación.
2.1. Definición de tema transversal
La transversalidad es una orientación global coherente que se da a los alumnos y que debe estar presente en toda la vida escolar.
Según el Ministerio de educación, los contenidos transversales que deben manejar las escuelas son: educación en población, pluriculturalidad peruana, derechos humanos, seguridad ciudadana, defensa nacional y trabajo y producción. Todos estos son algunos de los componentes de lo que llamamos ciudadanía.
2.2. ¿Por qué la ciudadanía es un tema transversal?
Todos los conocimientos que estudiamos, están relacionados directamente con el hombre (al ser concebidos por este) y es imposible desligar una materia de la fuente que la creó. Y si están relacionados con el hombre, están relacionados necesariamente a una sociedad y a una ciudadanía específica, puesto que el hombre es por naturaleza un ser social.
En este sentido, un buen ejercicio de la pedagogía sería tener como punto central el hacer que el hombre progrese individual y socialmente, por medio de una buena construcción ciudadana. Por lo tanto, sostenemos que la transversalidad del tema de ciudadanía en la educación, no sólo es necesario, sino, inevitable.
2.3. ¿Cómo abordar el tema de la ciudadanía en la escuela?
Las maneras en las que normalmente se postula que se debería llevar a cabo esta inclusión del tema de la ciudadanía en la educación son tres: la primera, haciendo de la ciudadanía un curso específico en la currícula de la escuela. La segunda, como tema transversal en todas las materias a desarrollar sin la necesidad de crearse un curso específico; y la tercera, integrada a aquellos cursos de corte antropológico y social (Cfr. Bolívar 2007: 70-71).
Las tres formas anteriormente expuestas, las consideramos equivocadas en la medida en que no ven a la ciudadanía como un tema transversal que por naturaleza ya se encuentra en todas las asignaturas.
Ahora, el hecho de que la transversalidad del tema de ciudadanía sea inherente en la educación, no quiere decir que no sea necesario dedicarle un curso específico. Nosotros creemos que es imprescindible que sea una asignatura específica, debido a que es necesario esquematizar estos contenidos, ya que así sería más fácil comprenderlos. Por consiguiente, esta es la única manera de construir una sociedad con bases sólidas que defiendan la democracia.
En este curso dedicado especialmente al tema de la ciudadanía, se debe de tener en cuenta que los conocimientos teóricos aprendidos en clase, deben de ser llevados a la práctica, ya que la formación de una ciudadanía requiere de agentes activos.
Este curso no debe de ser sistemático, sino que debe de tener un vínculo directo con la realidad social del país.
“(…) la tarea de la escuela se ha ido enriqueciendo más y más, dejándose ya de lado la concepción academicista de ella para pasar a hablar de educación para la vida, dando paso a una comprensión más seria y profunda de los procesos educativos a través de un saber especializado (…) la educación integral” (Arévalo 2003:28).
Una manera de lograr esto es a través de horas prácticas en las que, por ejemplo, se simule una actividad que aporte a la formación de una ciudadanía mejor; como una elección presidencial, para que los alumnos se percaten de que la construcción de su sociedad depende de ellos. “(…) desarrollar una educación para la ciudadanía basada en aprender practicando” (Steinberger 2005:28)
2.3. La interculturalidad en la ciudadanía como tema transversal
Actualmente, podemos apreciar que las distintas sociedades están conformadas por grupos que poseen diferentes culturas. Un claro ejemplo de esto es nuestro país, ya que el Perú se caracteriza por su diversidad cultural.
Por cada cultura pues, existirá un sentido de ciudadanía hasta cierto punto particular. Si se acepta entonces que existen ciertas diferencias entre culturas, se debe aceptar también que hay diversas formas de ver la ciudadanía.
Sin embargo, como ya se explicó anteriormente, hay preocupaciones universales, que permiten la creación de una ciudadanía mundial, en medio de la cual, todos estos sentidos de ciudadanía producto de la diversidad de culturas, puedan convivir e interactuar positivamente.
Así, entendemos la importancia de incentivar en la escuela un ambiente de tolerancia, en el que no sólo se invite a comprender y respetar las diferencias culturales, sino a valorar la riqueza cultural del Perú y de las demás comunidades del mundo.
“(…) la convivencia pacífica de los ciudadanos y de los estados, la conformación actual de las sociedades demanda políticas nuevas, acordes y pertinentes que posibiliten el diálogo y la comunicación entre las culturas para establecer la paz respetando y salvaguardando las diferencias” (Arévalo 2003:26).
Es así que “entendemos la mediación cultural como una necesidad surgida ante la nueva realidad de nuestra sociedad, en cuyo seno se da, con una intensidad cada vez mayor, el fenómeno de la presencia de personas de diversas culturas y procedencias” (Alghouch Nordin y otros 2008:75).
Aunque la interculturalidad en nuestro país, ha nacido desde tiempos pre-hispánicos, este tema cobra mucha importancia a partir de este nuevo siglo, ya que recién ahí es donde los investigadores han decidido dedicar estudios serios sobre dicho tema. Pensamos que la razón de esta demora se debe al proceso de globalización que vivimos actualmente, asunto que hace más evidente esta multiculturalidad en el mundo entero.
Por lo tanto, nuestra sociedad exige a las instituciones educativas que el tema de la interculturalidad se convierta en una nueva forma de enfocar a la educación. Las instituciones deben estar al servicio de la sociedad y de sus respectivos cambios, y no la sociedad al servicio de las instituciones (fenómeno de cosificación), ya que al ocurrir esto, lo único que se consigue es un lento y precario desarrollo del país.
Conclusiones
Habiendo demostrado que la ciudadanía es un tema transversal e inherente en el plano educativo, podemos llegar a la conclusión de que la escuela y la enseñanza que se da en ella es fundamental para el desarrollo de la sociedad. La educación es por lo tanto la disciplina que forja a las sociedades, y es esa su principal y más sagrada tarea.
En este pequeño trabajo hemos logrado dar cuenta de que todos los ciudadanos somos protagonistas de la construcción de nuestro propio entorno social, construcción mediante la cual podemos y debemos alcanzar no sólo un desarrollo comunitario sino también uno individual.
Asimismo, demostramos que si bien es cierto existen diferencias en el sentido de ciudadanía, dependiendo de la comunidad que la formula, estas no son por completo diferentes, pues, por estar conformadas por seres humanos, persiguen ciertos bienes universales y se mueven en torno a preocupaciones del mismo tinte. La ciudadanía como tema transversal en la educación, debe de servir para aprender a vivir precisamente esta interculturalidad, en un mundo que nos pertenece a todos.
Bibliografía
Alghouch, Nordin y otros.
2008 Educación y derechos humanos desde la participación en la convivencia.
En: Cuadernos fundación MS, nº 8, editorial fundación SM, Madrid
Arévalo, David.
2002 Temas transversales, repensando la escuela para la vida.
En: Educación, Vol. XI, setiembre nº 21, Fondo Editorial PUCP, Lima.
Bolívar, Antonio.
2007 Transversalidad o asignatura específica: el debate pedagógico.
En: Cuadernos de pedagogía, nº 366, marzo, editorial Wolters Kluwer S.A., Madrid.
Calatayud, María Amparo.
2005 La formación ciudadana. Un nuevo reto para la profesión docente.
En: Organización y gestión educativa, nº 2, marzo-abril, editorial Fórum europeo de administradores de la educación y CISSPRAXIS S.A., Madrid.
Díez, Carlos.
2007 El currículo.
En: Cuadernos de pedagogía, nº 366, marzo, editorial Wolters Kluwer S.A., Madrid.
Gómez, Luis.
2007 Educación para la ciudadanía
En: Cuadernos de pedagogía, nº 366, marzo, editorial Wolters Kluwer, Madrid.
2007 El concepto de ciudadanía
En: Cuadernos de pedagogía, nº 366, marzo, editorial Wolters Kluwer, Madrid.
Pérez, José.
2005 Educación para la ciudadanía
En: Organización y gestión educativa, nº 2, marzo-abril, editorial Fórum europeo de administradores de la educación y CISSPRAXIS S.A., Madrid.
Steinberger, Marion.
2005 La educación para la ciudadanía en las escuelas de Europa.
En: Organización y gestión educativa, nº 2, marzo-abril, editorial Fórum europeo de administradores de la educación y CISSPRAXIS S.A., Madrid.
Resúmen texto: “El Marginado” de Bronislaw Geremek; perteneciente a su libro: “El Hombre Medieval”
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Historia
Durante la Edad Media, como en cualquier otra época, encontramos a un grupo de personas que no son tratados con los mismos derechos que el resto, y que son, en resumidas palabras: marginados. En la Edad Media , los datos sobre esta clase de gente son escasos y si podemos saber algo respecto a su existencia, se lo debemos a las actas judiciales y policíacas, sean de robo , de asesinatos, etc; y es que analizando este tipo de fuentes, aunque parezca imposible, se logran extraer datos importantísimos de los marginados.
Ahora, es necesario exponer quiénes son los marginados según Bronislaw, o quienes pueden ser considerados así; primero: todos aquellos que se ven obligados a no tener un lugar de residencia fijo, aquellos que están en constante movimiento, se trata en este punto de los desterrados que se ven obligados a andar errantes en países ajenos; la razón por la que esta clase de personas son marginadas es la siguiente: el no estar radicado en un lugar era mal visto porque significaba que no se podía efectuar una relación de vecindad ,de orden y de seguridad, y porque el destierro era una forma de exclusión , y la exclusión, según las creencias de ese tiempo, volvían al hombre,( al estar desprotegido), un salvaje y al estar tentado por la clandestinidad se convertía en un “hombre lobo”, o en el “ogro” de las fábulas. El vagabundo, otro marginado, al no tener un lugar fijo era definido como ladrón, hombre de mala fama, falsario; ya que estos calificativos les eran comunes a las personas que de cierta manera no eran parte de la sociedad y había una gran desconfianza general con respecto a ellos, y no infundada, ya que , efectivamente , ocurrieron muchos robos y estafas relacionados con esta clase de gente; incluso, apareció en cierto momento lo que el autor denomina “ delincuentes profesionales”, que vivían exclusivamente de sus hurtos como si esto se tratase de un trabajo común y corriente; cabe mencionarse en este punto, que los soldados, en su mayoría ex–marginados, fueron quienes luego de que estallase la guerra de los Cien Años, efectuaran la mayor cantidad de actos criminales, y claro, terminada la guerra, al ser devueltos a su condición anterior, perpetuaron estos actos con mucha más frecuencia, volviéndose aún más peligrosos de lo que se pensaba que eran. Las personas que se dedicaban a los oficios manuales eran también marginados, incluyendo a los artistas, quienes fueron mal vistos durante un largo tiempo. Los leprosos también se incluyen en este grupo , ya que debían ser excluidos necesariamente por lo contagiosa de su enfermedad, y la exclusión está casi fundida con el término de marginación. Finalmente, se encuentran aquellas personas herejes, que tienen una fe diferente, y que debían ser incluso castigadas.
En conclusión, los marginados en la Edad Media, son aquellos que son excluidos de la sociedad, son considerados hasta cierto punto muy peligrosos y nunca de fiar, y se ven obligados a desempeñar papeles establecidos y a no escalar socialmente por más méritos y esfuerzos que se tomen. La sociedad los rechaza, les teme, los repele y ve a través de ellos lo peor que puede existir sobre su mundo.
Ahora, es necesario exponer quiénes son los marginados según Bronislaw, o quienes pueden ser considerados así; primero: todos aquellos que se ven obligados a no tener un lugar de residencia fijo, aquellos que están en constante movimiento, se trata en este punto de los desterrados que se ven obligados a andar errantes en países ajenos; la razón por la que esta clase de personas son marginadas es la siguiente: el no estar radicado en un lugar era mal visto porque significaba que no se podía efectuar una relación de vecindad ,de orden y de seguridad, y porque el destierro era una forma de exclusión , y la exclusión, según las creencias de ese tiempo, volvían al hombre,( al estar desprotegido), un salvaje y al estar tentado por la clandestinidad se convertía en un “hombre lobo”, o en el “ogro” de las fábulas. El vagabundo, otro marginado, al no tener un lugar fijo era definido como ladrón, hombre de mala fama, falsario; ya que estos calificativos les eran comunes a las personas que de cierta manera no eran parte de la sociedad y había una gran desconfianza general con respecto a ellos, y no infundada, ya que , efectivamente , ocurrieron muchos robos y estafas relacionados con esta clase de gente; incluso, apareció en cierto momento lo que el autor denomina “ delincuentes profesionales”, que vivían exclusivamente de sus hurtos como si esto se tratase de un trabajo común y corriente; cabe mencionarse en este punto, que los soldados, en su mayoría ex–marginados, fueron quienes luego de que estallase la guerra de los Cien Años, efectuaran la mayor cantidad de actos criminales, y claro, terminada la guerra, al ser devueltos a su condición anterior, perpetuaron estos actos con mucha más frecuencia, volviéndose aún más peligrosos de lo que se pensaba que eran. Las personas que se dedicaban a los oficios manuales eran también marginados, incluyendo a los artistas, quienes fueron mal vistos durante un largo tiempo. Los leprosos también se incluyen en este grupo , ya que debían ser excluidos necesariamente por lo contagiosa de su enfermedad, y la exclusión está casi fundida con el término de marginación. Finalmente, se encuentran aquellas personas herejes, que tienen una fe diferente, y que debían ser incluso castigadas.
En conclusión, los marginados en la Edad Media, son aquellos que son excluidos de la sociedad, son considerados hasta cierto punto muy peligrosos y nunca de fiar, y se ven obligados a desempeñar papeles establecidos y a no escalar socialmente por más méritos y esfuerzos que se tomen. La sociedad los rechaza, les teme, los repele y ve a través de ellos lo peor que puede existir sobre su mundo.
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