Innato manjar,
negro rosado,
esbelta náyade,
sumida en agua mansa.
Dilema,
de habitación sin puerta,
sendero infinito y el caos.
De este ser;
carroña,
que en encierro,
sonrie y destruye.
que admira espejismos,
y en llamas muertas,
fenece
El que humea de furia,
mientras aguas mansas estallan.
Ea! pues,
vestido de hembra;
de niña, que ignora la vida.
por olvido de ésta,
su orgullo muere,
sus potentes venas se ata.
Me encanta.
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